Finalmente el plan que
Loki ha estado maquinando durante bastante tiempo comienza a marchar como relojito. El dios del engaño, como lo vimos en el número pasado, fue el responsable hace miles de años de la desaparición de
Bor, padre de Odín y abuelito de
Thor.
Pues bien, ahora, en nuestro tiempo,
Loki rompe el hechizo y regresa a
Bor de su congelante desaparición. Pero lo hace con otro hechizo encima (esto es más confuso que un juego de Yu Gi Oh).
Bor sabe que ha vuelto a la vida (en el corazón de Nueva York), pero el percibe la realidad de forma alterada como si estuviera en un brutal infierno de guerra. En ese estado inestable y de percepciones alteradas, el asgardiano comienza a atacar a lo loco.
Afortunadamente, por allí anda Jane Foster, que le llama a Donald Blake para que traiga a su amigo, y
Thor no tarda en llegar.
Aunque el dios del trueno va con toda la intensión de parlamentar,
Bor sigue sin comprender nada y lo ataca, y a
Thor no le queda otra más que defenderse, aunque cabe destacar que el héroe no sabe que está luchando contra su abuelo.
La trifulca entre ambos asgardianos destruye varias calles y
Thor sabe que esta batalla debe librarse lejos de la gente común, pero es incapaz de controlar a
Bor, quien incluso logra detener el martillo Mjolnir en pleno vuelo, para sorpresa de todos nosotros.
Tras varios minutos donde
Thor no ve ni por donde pueda ganar la batalla, decide llamar a
Los Vengadores para que le auxilien, pero, ¡oh! cruel destino, quienes acuden son los
Dark Avengers.
Osborn y sus compinches lejos de prestar ayuda, comienza a tranquear a ambos dioses nórdicos, aunque no son rival para ninguno (y afortunadamente a esta batalla no acudió el nena de
Sentry).
Bor comienza a cumular poder y sabedor de que está en desventaja, planea aplicar la de Freezer y volar la Tierra en 5 minutos.
Thor seguro ya vio Dragon Ball, y sabe que esto no va a terminar bien, así que pone todo en un último martillazo.
Bor es incapaz de soportar tal poder, y se muere a minutos de haber revivido.
Loki no se estuvo quieto ese rato. Fue a la ciudad flotante de Asgard donde enteró a Balder de la batalla, aunque cuando llegan, esta ya ha terminado. Ante el cadáver de
Bor,
Loki les revela la identidad del guerrero caído, y peor, les recuerda cuál es el castigo por matar al rey (
Bor, a final de cuentas, era el monarca asgardiano sobre Odín y sobre
Thor).
A Balder no le que queda de otra más que exiliar a
Thor de Asgard por haber matado a su abuelo, aunque el dios del trueno advierte que llegará a la verdad de todo lo ocurrido, pues la batalla tuvo muchas cosas extrañas.
Ahora sin
Thor,
Loki está list@ para la siguiente fase de su plan: Llevar a los Asgardianos a Latvería.
CRÍTICA: Número de aniversario de Thor, el 600, que Televisa arruinó al no presentarlo de la forma en que se merecía, simplemente es "uno más". El cómic es una gran batalla y el guionista deja que la carga se la lleve el apartado gráfico, en este caso Oliver Coipel y Marko Djurdjevic.
Quienes amen las peleas sensacionales, tienen en este número un deleite espectacular, una historia que no veía venir y la sorpresa se agradece. Bor y Thor es una batalla bien narrada a nivel visual y el final del cómic nos deja un buen arco con miras a futuro.
Los extras son una mini historia de Stan Lee ilustrada por David Aja, poco memorable aunque siempre es un gusto saber que Lee sigue vivo, y unos Minimarvels bastante jocosones.
Ojalá en futuras ediciones especiales o de conmemoración, Televisa pusiera más empeño por presentarnos algo especial, y no limitarse con aplastar todo el contenido. ¿Dónde están los artículos especiales de Yobani, o algo de su amigazo, Luis Gantús? No pediría nada más si pensara que es imposible, pero ya se han publicado, aunque fueron, literalmente, llamarada de petate. Muy mal Editorial Televisa.
CALIFICACIÓN:
10.