¡Malditos Bastardos!

La formula del Western ya no deja mucho márgen de que inventar, o dicho de otra forma, son historias a las que más que fondo, hay que buscarle nuevas formas.
Eso hizo "Cuentín" Tarantino con Bastardos sin gloria, cinta donde utiliza casi todos sus recursos usuales, con el extra de que.... eh... bueno, ninguno, es una película muy, pero muy de Tarantino.
No voy a espoilear nada, y decir la sinopsis del filme está de sobra, solo diré que el director logró sacarle mucho jugo a sus piezas más famosas, la más destacada Brad Pitt.
Sobre este actor pesa la fama de ser un "Ken sin Barbie", cuyas actuaciones tienden a caer en las mismas frases, caras y reacciones en todas sus películas. Por eso es que la Academia de cine gringa lo ignora para el premio Oscar hag lo que haga, aunque para ser honestos, aquí se nota que con una buena dirección, es capaz de llegar mucho más lejos, a diferencia de películas malísimas como Troya y El señor y la señora Smith.
Su papel de Aldo Raine, líder de una compañía de soldados judios conocida como Los bastardos no me parece tan entrañable nada más por la forma en que Tarantino armó la narración (con muchos protagonistas y dividida en actos). Salvo esto, el tiempo que aparece en pantalla nos demuestra que el actor creció eones desde la otra película bélica que le recuerdo: Leyendas de pasión, un hypermegabodrio iñarrituresco que merece transmitirse solamente en Hallmark Channel.
El resto de las actuaciones son muy buenas, muy al estilo del directos, con villanos HDP que no muestran jamás ninguna señal de remordimiento, anti héroes carismáticos, los infaltables momentos chuscos, las armas afiladas, las mutilaciones, los dialogos mordaces, o sea, todo un western de la Segunda Guerra mundial bien empacado.
Si el cine de Tarantino no te gusta de antemano, los Bastardos te van a parecer intragables porque tiene demasiados momentos así. Si eres fans de este señor, te diré que es uno de sus trabajos más logrados desde Kill Bill vol.1 si me lo preguntan.
De lo que vi, me quedo con la idea de que "la repetición te lleva a la perfección". Como no.
El título de este post va dedicado a los animales de Cinemex Rio Nilo en Guadalajara, que no saben proyectar ni enfocar una película de forma correcta, haciendome perder buena parte del primer acto. Malditos bastardos.