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miércoles, febrero 18, 2009

La caída del Murciélago (IV)

Batman vive su máxima pesadilla. Todos los maniáticos a quienes ha combatido y creía haber encerrado ahora deambulan a sus anchas por Ciudad Gótica. Un huelga de bomberos y el secuestro del alcalde agravan las cosas, y para colmo, afuera siguen el Guasón, Espantapájaros y Bane.
SINOPSIS: El Guasón y Espantapájaros secuestraron al alcalde, y lo están obligando a hacer llamadas estúpidas. La primera provocó la huelga de bomberos, y ante esto, el Departamento de policía triangula la posición y descubre que se esconden en el sistema de alcantarillas de Ciudad Gótica.
Batman acude a detener a los dos villanos, quienes ya estaban preparados. Espantapájaros rocía a Batman con el gas del miedo, que lo hace ver alucinaciones de sus peores temores, el mayor... la muerte de Robin a manos del Guasón .
Pero en vez de amilanarse, Batman la agarra contra el payaso del crímen y comienza a darle una paliza. El Guasón entiende que los miedos de Batman disparan su violencia y le pide al Espantapájaros ayuda. Y que mejor ayuda que lanzarle un bazukazo.
El Espantapájaros impacta con un cohete una de las paredes del túnel, que se colapsa (recuerden, estamos en las alcantarillas).
Los dos villanos huyen, dejando atrás al alcalde y a Batman. Este último, agotado, hace un último esfuerzo y carga al inconsciente político para salvarlo de la inundación en los túneles. Con su último aliento, el murciélago sale de la trampa, deja al alcalde donde podrá ser encontrado por la policía y huye.
Batman descansa en una azotea, agotado por el esfuerzo de vencer a toda una ola del crímen. Pero lo que falta es peor, pues en medio de su reposo, es atacado por la banda de Bane. Primero Halcón, luego Turk y al final Zombie, derrota a los tres, pero termina muy maltrecho.
Un tambaleante Caballero nocturno llega a la Baticueva. Alfred no lo recibe y piensa que podría sosportar su sarcasmo si al menos lo ayudara a subir las escaleras. Al llegar a la mansión, Bruce ve todo en desorden... y a un hombre en medio del caos: Bane.
Bane sostiene a Alfred, inconsciente, y le dice que ha llegado al final.
Bruce aprende en ese momento el origen de Bane, y entiende que él representa toda la locura irracional contra la que ha combatido.
Bane le dice a Wayne que Ciudad Gótica ahora le pertenece y Batman es solo una máscara que ya no sirve. Bruce le advierte que no será tan fácil derrotarlo y se pone la máscara, comienza la última pelea.
Batman se lanza con lo que le queda, pero eso es nada. Cada nervio de su cuerpo está agotado y las heridas de noches de batallas de abren. Frágil como nunca, Batman es arrojado por las escaleras que dan acceso a la Baticueva. Allí, es estampado contra cada uno de los rincones del lugar. Bane hace uso de su fuerza bruta, que le proporciona el Veneno, para estrellar al murciélago contra la vitrina donde está el traje de Robin (Jason Todd).
Bane levanta a Batman de entre los vidrios rotos y le dice

"¡¡¡Grita mi nombre... pide clemencia!!!"

Pero Batman, con lo que le queda de conciencia, solo responde:
"Vete... al diablo"

Furioso, Bane levanta a Batman y grita:

"Matarte sería fácil, por eso, solo te dejaré ¡¡inválido!!"

Krackkkt!, Bane destroza la espalda de Batman con una "quebradora" y lo deja allí, entre los escombros de la Baticueva. El murciélago ha caído.

jueves, octubre 23, 2008

La caída del Murciélago (III)

Ciudad Gótica está a merced de toda una muchedumbre de villanos, que escaparon de Arkham gracias a que Bane destruyó con una bazooka uno de los muros. Batman sabe que tiene que detenerlos rápico, pues cada uno es un homicida de alta peligrosidad.
El Hombre Murcielago debe rescatar a un grupo de mujeres rehenes secuestradas por Victor Szas en un instituto. El es un asesino que se marca una línea en la piel por cada víctima, y su cuerpo ya está lleno de cicatrices. Con mucho esfuerzo, a pesar de la oscuridad (al edificio le cortaron la luz) y los golpes, Batman logra rescatar a las chicas, no sin enterarse que hay muchos más problemas. No hay que olvidar que para este punto, Batman ya detuvo a Amigdala y el Sombrerero con mucho esfuerzo.
Tratando de no olvidar su faceta de millonario, asiste a una cena de gala como Bruce Wayne, con tan mala suerte que los invitados son atrapados por Hiedra Venenosa, cuya nueva arma es una toxina que ella transmite dando un beso... que transforma en zombies a quienes reciben el regalito. Bruce alcanza a liberarse y en su traje de Batman derrota a los zombies y a Hiedra antes de que infecten a más invitados. Desafortunadamente, aquellos afectados por la toxima, jamás podrán curarse.
Días de esfuerzo pasan factura en Batman. Y lo peor está por venir, pues el Guasón y el Espantapajaros secuestraron al alcalde. El Gobierno de Cd. Gótica decide ocultar este hecho, lo que resulta peor, pues el Guasón y el otro tipo están torturando al alcalde para que emita decretos y ordenes estúpidos, como bajarle el sueldo a los bomberos.
El colmo de esto es que un peligroso pirómano, Luciernaga, anda suelto, incendiando parques y lugares públicos. Batman va tras él, pero su primer encuentro, en un parque de diversiones, resulta desastrozo para el Hombre Murcielago, que apenas escapa de ser achicharrado por el villano.
Batman está cada vez más agotado, y los incendios grandes porciones de la ciudad, gracias a la huelga de bomberos. En un segundo encuentro, el caballero nocturno derrota a Luciernaga en el Zoológico de Ciudad Gótica, pero ya no da más. Batman está quemado, apuñalado, enfermo, golpeado, agotado y sabe que lo peor, el Guasón, el Espantapajaros, Killer Croc y Bane, siguen libres...
Mientras tanto, Tim Drake, contra los deseos de Batman, detiene al Acertijo (que tiene un brazo fracturado) cuando trataba de volar un estudio de televisión durante un show en vivo.

jueves, agosto 21, 2008

La caída del Murciélago (II)

El escenario en Ciudad Gótica no podría ser peor para Batman. Cientos de criminales están sueltos y decenas de ellos son altamente peligrosos. Sin embargo, la mente del paladín es fuerte y decide ir uno por uno.
Durante la fuga se forjaron extrañas amistades. El Ventriloquista se encontró, por ejemplo, haciendo pareja con un gigantesco asesino con cerebro de niño llamado Amígdala, a quien manipula fácilmente con sus “muñecos” (El Ventriloquista desea usar a Amígdala para encontrar a Scarface, un muñeco que utiliza para cometer crímenes).
Batman sin embargo va primero tras el Sombrerero.
El Sombrerero decide reunir a varios maleantes para someterlos utilizando...sombreros.
Claro, estas prendas posen un chip con el que los patrones mentales de los delincuentes quedan a merced del Sombrerero.
El villano decide primero investigar al tal Bane que los liberó, para lo que manda a Cinéfilo, un malvado cuyo modus operandi es imitar a personajes de películas (hey, son los 90, no pidan tanto).
Batman descubre el escondite del Sombrerero y trata de someterlo, para lo cual debe pasar sobre todos los delincuentes controlados por el maloso. El murciélago los vence con bastante dificultad, dado su estado febril, e incluso está a punto de ser ametrallado por el Sombrerero, quien es detenido por Robin justo a tiempo.
Batman no desea que el joven maravilla se involucre, dada la reciente muerte de Jason Todd en manos de el Comodín (Guasón o Joker).
¿Y el Cinéfilo? Bien, el enviado por el Sombrerero da con el escondite de Bane, quien le pone una paliza y le rompe el cuello. Ahora Batman sabe que se enfrenta a un psicópata de alto calibre.
Pero apenas tiene tiempo para descansar, pues el Ventriloquista asalta una juguetería para buscar un nuevo muñeco, mientras da con Scarface.
Batman acude y adentro se da una tremenda batalla entre él y Amígdala, a quien derrota en los pasillos del local gracias a que el cerebro del enorme villano está muy lastimado y siempre está pidiendo su medicina. Sin embargo, la batalla deja sin fuerzas a Batman, quien no puede evitar que el Ventriloquista escape.
Batman yace en una azotea, rendido, y los peores villanos aun no han sido detenidos.

viernes, agosto 15, 2008

La caída del Murciélago (I)

Todo comienza sin que Batman lo sepa. Detiene al Acertijo, como antes, como siempre, pero ésta vez es distinto. Batman se ha encontrado últimamente agotado, así que usa una droga, un estimulante para soportar el cansancio y algo más, una sustancia llamada Venom.
Sin embargo, el Venom resulta contraproducente, sacando de equilibrio el juicio de Batman (como si fueran unos esteroides) y decide dejarlo. Los efectos secundarios lo debilitarán justo en el momento cuando mayor fortaleza requiera.
Entonces los engranes de la tragedia comienzan a funcionar. Arkham, la peligrosa prisión que alberga a decenas de asesinos y psicópatas, es bombardeada con bazucas. Alguien abre un boquete por donde los delincuentes escapan, así que cuando Batman y Robin llegan, es muy tarde, pues la mayoría ha escapado, y no sólo eso, también secuestran al Alcaide de la prisión, Jeremiah Arkham, encerrándolo en una de las celdas, que al abrirse activará una trampa fatal, cortesía de El Guasón.
Al final, Batman logra librar a Jeremiah por muy poco, pero sabe que el trabajo apenas comienza. La lista de fugados es espeluznante: Guasón y Espantapájaros se van juntos, El Ventriloquista, Luciérnaga, El Caballero, Víctor Zsasz y el Sombrerero Loco. Afuera ya andaban Hiedra Venenosa, Killer Croc, el Pingüino y un nuevo villano, Bane.
Bane al principio. Fue él quien planeó el ataque a Arkham, quien estuvo detrás del Venom y quien planea destruir a Batman. Wayne es un enemigo poderoso, lo sabe el villano, así que lo quiere debilitar, reducir y aplastar.
El Caballero nocturno está agotado tras el asunto Arkham, la fiebre y la tensión lo consumen. Son meses y meses de peleas y caos....y sin embargo, la pesadilla apenas se cierne sobre el murciélago.