miércoles, abril 30, 2014

Los Super Niños Héroes

• Los personajes infantiles, motores de diversas historias.
Cuando la historia comienza, el héroe tiene experiencia sobrada. De su pecho rebota las balas, sus puños se mueven como ráfagas y su mandíbula es de acero. Al momento de enfrentar a los villanos más sanguinario, en su mente no existen dudas, hay un plan para ganar, y la inocencia es un eco lejano en su alma.
Pero está el otro lado de la moneda. Cuando es la ternura y la inocencia lo que predomina. Cuando el personaje principal debe aprender sobre la marcha los gajes del oficio, se equivoca, llora, y a veces, tiene que terminar de salvar el mundo temprano, porque no lo dejan desvelarse.
Muchas veces los personajes infantiles son utilizados como un elemento secundarios o prescindibles en la historia. Sin embargo, algunos guionistas y escritores han logrado darle un giro a esta situación, enriqueciendo su personalidad, más allá del cliché. Aprovechando el elemento de inocencia y habilidades juveniles, los personajes se vuelven motores en la trama, lo suficientemente atractivos para mover los engrandes de la historia hasta el final.

*Niño de Cobre: Integrante de los Halcones Galácticos, él no es de plata ni de acero, sino de cobre. De acuerdo a la caricatura, el personaje es originario del Planeta de los Mimos, y se comunica en general a base de gestos e incluso con silbidos. Con todo y que es el más pequeño del grupo de héroes, también es el más creativo, y encima un genio matemático. Muchas veces se encarga de reparar los estropicios y desperfectos que el resto de sus compañeros metálicos se encargan de provocar. En la caricatura, al final de cada episodio, el Niño de Cobre nos enseña una lección matemática.

*Astro Boy: Luego de sufrir un accidente de gravedad, el pequeño Astro Boyton fue convertido por su padre, un científico –al que le faltaban varios tornillos de moralidad en la cabeza– en un robot. Pese a lo exótico de la idea, no terminó hecho un armatoste cualquiera, sino en Astro Boy, uno de los seres más poderosos de la Tierra, con fuerza aumentada y capacidad de vuelo. Aunque posee un cuerpo metálico, Astro conserva los sentimientos e inocencia propios de un niño, lo que es su gran fortaleza y debilidad cuando debe enfrentar el peligro.

*Robin: Aunque la naturaleza de Batman es la de un justiciero solitario, el caballero de la noche ha recurrido en varias ocasiones a adolescentes o hasta niños para que adopten el rol de Robin, su compañero en la batalla contra los psicópatas que cada noche enfrenta. El “joven maravilla” suele ser el compañero fiel del héroe de Ciudad Gótica. El manto y las mallas lo han asumido Dick Grayson (conocido en México como Ricardo Tapia), Jason Todd, Tim Drake, Stephanie Brown y el hijo de Bruce Wayne, Damian.

*Capitán Marvel: Billy Batson era un pequeño huérfano que vaga por las calles de Fawcett City. Su vida parecía encaminada a la asistencia social y la soledad, hasta que se topa con el hechicero Shazam, quien le otorga los poderes de Capitán Marvel. Para transformarse (y volver a la normalidad), Billy debe gritar Shazam. 
Pese a tener niveles de poder similares a Superman, el Capitán Marvel (ahora conocido como Shazam), tiene un alma noble e inocente, aunado a la humildad que le dio el vivir con enormes carencias.

*Ultimate Spider-Man: A los 13 años, el joven Miles Morales es mordido por la misma araña que le dio sus poderes al fallecido Peter Parker, el Spider-Man del universo Ultimate. El joven afrolatino decide seguir el camino del héroe caído, y adopta el manto de la araña. Aunque con poderes muy similares, Miles tiene algunas habilidades nuevas, como la invisibilidad y la capacidad de aplicar una especie de descarga aturdidora. Pese a ser uno de los héroes de nuevo cuño, Morales ya ha salvado al mundo en un par de ocasiones, ganándose un lugar entre Thor, Capitán América e Iron Man.

*Huckleberry Finn: Hijo del borracho del pueblo, “Huck” tiene una personalidad que toca las fronteras de la despreocupación e ingenio, además de meterse con una facilidad pasmosa en problemas y aventuras –más los primeros que los segundos–. Es el mejor amigo de Tom Sawyer, y entre ambos viven todo tipo de peripecias a las orillas del Mississippi de mediados del Siglo XIX. Personaje clásico de la literatura, y encumbrado en los libros de Mark Twain, que ha sido adaptado a caricaturas e incluso al cine.

*Seiya de Pegaso: Ojo, Unicef, pese a las palizas y masacres que aparecen en la serie de Los Caballeros del Zodiaco, el creador de la historia, Masami Kurumada, asegura que sus protagonistas tienen entre 12 y 14 años. El personaje principal es Seiya, el caballero de Pegaso, que, al lado de sus amigos, deben salvar a la diosa Atena, cuya facilidad para ser secuestrada es el generador de la trama. El poder de Seiya se basa, además de su armadura, en el enorme “cosmos” (nada que ver con Carl Sagan) que desprende, lo que le permite superar a los enemigos que constantemente buscan acabar con el mundo.

miércoles, abril 23, 2014

Caricaturas con el sello Spielberg

• Spielberg apostó por la animación en los 90.
Los primeros años de la década de los noventa son flojos para la animación en Warner Bros. Los grandes proyectos encabezados por Bugs, Sam Bigotes, El Pato Lucas, el Correcaminos y la frase “esto es todo amigos” ya son clásicos. Clásicos, pero viejos. La generación de finales de los años ochenta parece más emocionada con caricaturas orientadas a la acción y no tanto al humor y la fantasía. Es una época donde incluso Disney abandona la pantalla chica para apostarlo todo por el cine.
Pero hay un visionario que sabe que estos momentos de crisis son perfectos para darle forma a nuevos proyectos: Steven Spielberg. ¿Y quién podía imaginarlo? el director de cine, el tipo detrás de Indiana Jones, Tiburón, E.T. El extraterrestre y Volver al futuro quería producir caricaturas. ¿Suena a locura? Sin duda. Pero también a una buena oportunidad.
La apuesta es hacerlas con personajes nuevos. Sí, Warner ya tenía a Bugs Bunny, el Pato Lucas, Porky, Silvestre, Piolín y el Gallo Claudio. Pero lo que Steven tenía en mente era crear nuevo elenco de personajes, y con un poco de suerte, volverlos entrañables para la audiencia. Y lo logró. Tanto que a esa época se le considera “el renacimiento de la animación” en la pantalla chica.
La historia de Steven Spielberg en el mundo de las caricaturas es breve, al menos comparada con su romance con el cine. Pero lo suficientemente memorable como para haber dejado escuela y haber dejado marcada a toda una generación de espectadores.

Tiny Toons (1990-1995)

Fue la primera serie de Steven Spielberg para la Warner. Muestra las aventuras de unas caricaturas “adolescentes” en una centena de capítulos disparatados y sin una continuidad sólida. Los personajes estudian en la universidad Acme para algún día ser personajes “de primera línea”.
Repleta de chistes, sketches, aventuras y parodias a las personalidades de la música y la televisión de la época; la animación protagonizada por “Buster”, “Babsy”, “Plucky”, “Hamton” y “Elvira”, entre muchos otros (aparecieron más de 100 personajes en la serie), marca su linea respecto a otras caricaturas al utilizar la violencia simulada (explosiones y peleas) con toneladas de humor negro, muchas veces los suficientemente ácido como para no ser considerado del todo infantil.
En 1992 se lanzó una película (directo a video) titulada “Tiny Toon Adventures: How I Spent My Vacations”.

Animaniacs (1993-1998)

Por muchos motivos, una obra maestra de la animación, con un humor mucho más ácido que la anterior, pero inteligente. “Animaniacs” toma como base las aventuras de tres ¿perros? ¿gatos? ¿osos? (en realidad nunca se define en la serie, y constantemente se juega con qué son), llamados Hermanos “Warner”: “Yakko”, “Wakko” y “Dot”. Los tres, un azote del sentido común que parodian el look de caricaturas clásicas de los años veinte del Siglo XX. Sus aventuras no se “amarran” a una época en específico. Lo mismo se desarrollan en el Hollwood de la “Edad de oro, que se van a provocar el caos a la Edad Media o estragos en la Antigua Roma, a lo largo de 99 episodios.
Abundan los sketches protagonizados por personajes secundarios como los Palomos, Kikiri Boo, Katie KaBoom y Pinky y Cerebro, que tendrían su propia serie.

Pinky y Cerebro (1995-1998)

Una caricatura protagonizada por dos ratones de laboratorio con personalidades muy peculiares. De un lado, “Pinky”, el torpe e inocente del dúo. Del otro, “Cerebro”, el genio pero infeliz. La premisa de la serie se puede resumir en dos frases:
“¿Qué es lo que vamos a hacer esta noche, Cerebro?”. La respuesta: “Lo mismo que intentamos todas las noches, Pinky. ¡Tratar de conquistar al mundo!”.
Con una comedia menos disparatada y un elenco reducido la serie se desarrollaba con los planes de Cerebro para conquistar al mundo, y como siempre terminan fallando en el último momento, casi siempre, gracias a la incompetencia de Pinky.
Constó de 65 episodios, y al final tuvo como “invitada” a “Elvira”, de “Tiny Toons”.

Fenomenoide (1995-1997)

Serie creada por Bruce Timm (el genio detrás de la animación de “Batman”). La idea era hacer una caricatura de superhéroes, pero Spielberg sugirió darle un toque cómico al programa. La serie heredó el espíritu absurdo de Animaniacs, pero con un toque de aventura.
El show se centra en las aventuras de “Dexter Douglas”, un “ñoño” de escuela que gana enormes poderes gracias a un virus de computadora (en aquella época aún había quien pensaba que internet podía darlos). Con sus nuevas habilidades, “Dexter” adopta el nombre de “Fenomenoide” (Freakazoid, en inglés), y comienza su lucha contra todo tipo de villanos, muchos bastante pintorescos.
Llegó en un momento donde Warner comenzaba a “cancelar” varios proyectos animados, lo que explica que durara únicamente 24 episodios. Pese a eso, se granjeó una base de fans que la considera de “culto”, e incluso se encuentra rankeada por la página “IGN” como una de las 100 mejores caricaturas de todos los tiempos.

EL FIN DE UNA ÉPOCA
El culpable de la cancelación
 

Si eran tan buenas series, ¿por qué desaparecieron? A finales de los años noventa, Warner tenía en la parrilla lo mejor de la animación americana, pero de un año a otro, despareció por completo. ¿Qué pasó
Hay un culpable de esto: Jamie Kellner, productor ejecutivo de Warner, quien canceló Animaniacs, Fenomenoide, y Pinky y Cerebro. Kellner se cargó además a las Aventuras de Superman y estuvo a punto de cancelar Batman
El ejecutivo puso como pretexto a... ¡la gente!. Llegó a señalar que cuando los programas se iban a comerciales, cambiaban de canal, lo que alejó a los anunciantes, y sin ellos, era imposible sostener la animación. Lo cierto a 15 años de esta decisión, Warner no ha logrado armar una barra de animación tan sólida como la que tenía en aquella época

martes, abril 15, 2014

The Amazing Spider-Man: Family Business

La vida de Spider-Man ha dado una serie de giros que lo hacen acostumbrarse a los escenarios más bizarros. O eso creía, hasta que un día, como cualquier otro, se entera de que tiene una hermana perdida. Caballeros, con ustedes, Teresa Parker.
Les voy a confesar una cosa: Hubo años, y digo años, que compré la revista del Hombre Araña sin encontrar una historia satisfactoria. Es una de esas cosas que comienzas haciendo por gusto y terminas volviéndolo un acto casi mecánico. Es por eso que cuando comencé a escuchar el burbujeante fenómeno de Family Business, me lo pensé dos veces adquirirlo.
Por un lado teníamos a un guionista de largo kilometraje en los cómics, como lo es Mark Waid. Del otro, a uno de los artistas que justifican que el cómic sea considerado el noveno arte: Gabrielle Dell'Otto.
Aquí viene la tradicional pregunta: ¿Con dos tipos tan buenos, qué puede salir mal? Pero sabemos que en los cómics incluso Stan Lee y Jack Kirby la llegaron a cagar, así que es mejor no darle carta blanca a nadie.
El otro día me encontré con este ejemplar en un Sanborns, y como buen ñoño piojo, comencé a leerlo gratis. Me bastaron unas cinco páginas para darme cuenta que bien valía la pena comprarlo (eso y que uno de los tipos que trabajan allí, de saco rojo –sin albur– me dijera si lo iba a comprar...al cómic, no a él).
Spider-Man: Family Business está ubicado cronológicamente antes del número 700, y la lectura lo convierte en un cómic prácticamente atemporal. Las referencias a la actualidad de Peter son mínimas, y la historia fluye sin que estemos pensando si esto es antes o después de tal o cual cosa.
¿Qué cómo es la historia? Muy buena. De verdad, muy buena. Es un one shot que justifica serlo. El gancho de la historia ("la hermana") puede servir para despertar el morbo de muchos, pero hay mucho más. Waid nos da a un Spidey clásico, ese que muchos leímos hace tiempo por primera vez, y nos divirtió al punto de seguir comprando su revista. Los gags que lanza en sus batallas son brillantes, y tiene dos que tres puntadas que valen el número.
Pese al nombre, este nombre no es un cómic de “puro” Spider-Man. De hecho, hay mucho de Peter Parker. Los guiños a su pasado y caótico presente son geniales, y lejos de ser una historia que se centre en la mera acción, tenemos muchos elementos de espionaje, en una aventura que viaja de Nueva York a Mónaco e incluso llega a Egipto.
Con los anterior, está de más decir si es una lectura recomendable, pero de todas formas lo voy a hacer: Es una lectura recomendable. Un cómic de esos que bien valen la pena tener, por el arte, la historia y porque incluso el mediocre equipo de Giobanny Arévalo no pudo arruinarlo. Y eso es mucho.

martes, abril 01, 2014

Capitán América: El Soldado de Invierno (spoilers free)

¿Es una buena película El Capitán América: El Soldado de Invierno (o del invierno, como sea)? 
Voy a comenzar con lo que me ha gustado de la cinta. Tenemos, creo uno de los elencos más redondos con Chris Evans, Scarlett Johansson y Samuel L. Jackson. Se ven creíbles y se sienten cómodos en sus papeles. No es poca cosa, tomando en cuenta que Warner no lo ha logrado en ninguna de las películas que ha hecho con personajes de DC, e incluso Marvel ha tenido sus patinones con The Amazing Spider-Man, Punisher y Daredevil, entre otros.
Creo que el Capitán América, como personaje, logra conservar mucho del espíritu del cómic. No me refiero sólo a las habilidades (hace justo lo que esperaríamos del Capitán, e incluso un poco más), sino en su psique. Un tipo que mentalmente está atrapado en el pasado, con valores obsoletos en una época donde ya no se aplica; pero que físicamente es muy superior, sin llegar a ser indestructible.
Pensaba que Robert Redford se iba a ver fuera de tono, pero no. como Alexander Pierce es un villano convincente, sobre todo porque no es una amenaza física, sino estratégica.
Las escenas de acción están bien logradas. Todas. Las coreografías son muy agradables y hay una cantidad generosa de guiños que van a disfrutar los fanáticos de los cómics.
Quizás en esos guiños comienza a verse la debilidad de la trama. Los hermanos Russo tenían mucho para elegir armar la historia de la cinta, y tengo la sensación de que terminaron por querer meter un poco de todo.
Creo que si la película hubiera tratado solamente del Capitán América y SHIELD habría sido mejor. Si hubiera tratado solamente del Soldado de Invierno contra el Capitán América, habría sido más conveniente. Los dos temas se sienten demasiado, creo que no terminan por desarrollarse del todo, y van dejando un hueco tras otro.
De hecho, el Soldado del Invierno me parece desperdiciado. Creo que mucha gente que no es fan del cómic no entendió lo difícil que para el Capitán América pelear contra Winter Soldier, porque en la cinta no terminan por construir convincentemente ese puente emocional que se supone que hay entre ambos. La génesis del villano es veloz, y esos mismos trompicones la hacen poco memorable. Incluso le juega en contra el querer parecerse al cómic al contarlo mal (aquí no tiene sentido, por ejemplo, que tenga una estrella roja en el brazo metálico).
Repito la pregunta inicial, ¿es buena película? Creo que los que gustan del personaje, o la intriga, o el espionaje, se van a divertir, y mucho. Los puristas del cómic, como siempre, la van a odiar. Pero para la gente que llega de "cero", lamento decirles que habrá grandes, grandes huecos que serán completamente incomprensibles. 
Mi veredicto: Es una película buena. Pero no es una película fácil.