Ninja Asesino

Estrellas destazantes. Miembros mutilados. Sangre a raudales. Espadas indestructibles. Muertes de a kilo en parte o completas.
Asesino Ninja es una película que solo pide una cosa para divertir: No buscarle profundidad. A cambio, emula las viejas películas de kung fu, las mezcla con generosas dosis de líquidos sanguíneos y algunas elaboradas secuencias de batallas con armas punzo-mutilantes.
Un joven huerfano es entrenado desde su infancia en las más letales técnicas de combate, especialmente aquellas que involucran el uso de todo tipo de armas con las cuales matar o incapacitar a sus rivales. Con una velocidad e instintos de batalla privilegiados, se convierte en una máquina de matar perfecta. Sin embargo, una mujer entra en su vida y su muerte cambia definitivamente su forma de pensar. Sigue siendo una máquina, pero ahora de venganza contra quienes lo crearon. Entonces, huye.
Tras varios años de esconderse y ocasionalmente asesinar a antiguos colegas de su clan secreto de ninjas, llega a su vida por accidente otra mujer a la que deberá proteger de su pasado y al mismo tiempo, tratar de cerrar las heridas que hace mucho tiempo están abiertas en su corazón.
Todo lo anterior bien podría sr la sinopsis de mangas como Samurai X, pero en el caso de Asesino Ninja, tenemos un desarrollo nulo de las personalidade de... todos los que aparecen a cuadro. Básicamente son clichés, por lo que el gran reto del director es, más que darnos una buena historia, darnos unos gloriosos efectos y espectaculares coreografías de duelos samurai... er... digo, ninjas.
No entiendo si es porque ya vi demasiado de este género o esperaba “algo más”, pero Asesino Ninja no logró conmover mis tripas en ningún momento. ¿Las peleas están bien? Sí. ¿Hay muuuucha sangre y muertes gore? También. Entonces, ¿dónde falla? Quizás en eso de crear algún tipo de batalla o momento memorable. Simplemente, siento que es un pegoste de cosas que ya vi, y no deja de ser una película que cuenta lo mismo que otras, con algo más de presupuesto, aunque aplicado de una forma no muy inteligente.
En un momento en que la cartelera exige que la acción sea más elaborada en cuestiones estéticas o de guión, Asesino Ninja se queda muy tibio. Pero de ver esto a Fama, pues, mil veces Ninja, ninja, ninja asesino.