Tony Stark ha caído tras los eventos de Secret Invasion. Ahora es Norman Osborn el que manda, y bajo su puño de acero se creará una nueva agencia, HAMMER, un nuevo orden y sobre todo, unos nuevos Vengadores.
No creo que valga mucho la pena reseñar el número 1, pues es mil veces mejor leerlo. Probablemente es interesante ver como una vez más Bendis crea un equipo, recurriendo a algunas fórmulas bastante gastadas aunque ahora con personajes que tienen un enorme potencial que ya fue mostrado anteriormente.
Mi primera idea sobre los Dark Avengers es que eran básicamente los Thunderbolts con esteroides, osea, un equipo de malosos con carta blanca para actuar como les viniera en gana sin tener que estar encubiertos y la inclusión de un par de buenos (Ares y Sentry) con muchas interrogantes en cuanto a sus motivaciones. Tras leer el número no me quedan muchas dudas de esta idea, y creo que Bendis se sume en la misma línea que ya explotaron otros autores en Thunderbolts.
Lo que más ayuda a darle credibilidad a la historia no parte, por curioso que suene, del argumento, sino del dibujo. Mike Deodato Jr. es un trazador cuyo arte, entre lo tradicional y exagerado en musculatura, privilegia el uso de sombras para este título, aunque con sus usuales vicios, como por ejemplo, dibujar a todas las mujeres como modelos de sitio porno. No es una queja claro, aunque es imposible distinguir a una de otra si no es por el color de pelo.
Dark Avengers va a ser un cómic que a fuerzas tendremos que leer el próximo año si queremos tener una idea de hacia donde se dirige el Universo Marvel, y espero que Bendis logre aterrizar los argumentos que gusta dejar flotando, por ejemplo, ¿cómo regresó Sentry a la Tierra, de donde había partido para irse a chupar de la mamila de la vía láctea?.
Este cómic llega a México por Editorial Televisa. Costo: 21 pesos por 40 páginas.
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