¿Es Cíclope un estratega muy bueno, o Norman Osborn un villano extremadamente mediocre? Esa es una de las muchas preguntas que de despejan con Utopía, que pretende darle el empujón definitivo a los X-Men como nación más que como raza. Y como toda nación, necesitan un lugar donde vivir.
Utopía sirvió para darle una sarandeada más al status quo de los Hombres X y los mutantes en general, quienes sentían que en San Francisco habían encontrado el santuario pacífico que siempre les fue negado en Nueva York.
Sin embargo, Norman Osborn y su equipo fake de X Men llegaron hasta allá para poner bajo su bota a los Hombres X. A partir de ese momento de desata una historia de traiciones e intrigas donde Iron Patriot demuestra su enorme capacidad para formar equipos y para que estos de forma casi inmediata funcionen mal. Hay que reconocer, no cualquiera lo logra.
El número final de esta saga, Exodus, nos presenta la batalla entre los X y los Vengadores oscuros, con el gran ingrediente agregado de Sentry, cuya psique es resquebrajada una vez más, ahora por Emma Frost. El resto de los cuadros de batalla son resueltos por Mike Deodato a quien no aprecié muy brillante en esta saga en general, y creo que el nivel del dibujo no me sorprendió tanto.... salvo por Terry Dodson, cuyo espectacular trazo de todas las féminas me dejó satisfecho. Bien, bien por el.
Matt Fraction trató de incluir la mayor cantidad de personajes en esta saga (y peor, en el último número), y como toda historia que se aprecie de incluir a muchos, muchos, muchos personajes, estos terminan por comportarse de manera genérica, con dos o tres diálogos y se acabó, aunque mención aparte merece Sentry y su escena emo espacial, que bien parece sacada de un video de Belinda.
Por lo demás, el final de Utopia si implica un fuerte cambio en la forma en que los X Men se manejarán de cara al mundo, quizá recordando un poco lo que en su momento fue Genosha, y por como suele resolver las cosas Marvel, no dudaría mucho de que acaben exactamente igual que aquel "paraíso" mutante.
Una saga entretenida, con buenos trazos y una historia que eso sí, no es amable para quienes nos separamos muchos años del cómic. Creo que habrá que esperar un mejor momento para subir de lleno al barco X.
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