Pero, ¿estamos ante la mejor película jamás hecha de los X-Men? Spoilers adelante:
• ¿Por qué le sale fuego del trasero a Xavier? |
•Tiene una buena historia que contar. Atención, ñoños, aquí hay una película que le entra a los temidos viajes en el tiempo, y no sale mal parada. Cuando se anunció que saldría la adaptación de Días del futuro pasado, muchos pensamos (al menos yo pensé), que los guionistas podrían estar pisando arenas movedizas. No sucede aquí. La historia corre a través de dos líneas temporales, el futuro en el año dos mil y tantos, y en los años setenta. La conexión es la mente de Wolverine, que viaja a su yo del pasado. ¿Cómplicado? No tanto como podría ser. Y eso nos lleva a otro punto.
•Wolverine es bien utilizado. Para nadie es un secreto que el personaje es el preferido de la franquicia, y que podrán morirse todos, menos él. Aunque Wolverine lleva buena parte de la carga dramática de la historia, no nos enfocamos en las jetas de Hugh Jackman, ni en su eterno dolor por todo aquello que le ha pasado en la vida. Tenemos, de hecho, una interpretación coherente. Finalmente, finalmente, Hugh Jackman, lo lograste, cabrón. Y eso nos lleva a que...
•Los protagonistas necesarios. Y por necesarios me refiero a suficientes. Sí, sonaba de flojera pensar que el peso dramático de la historia se lo llevaran Charles Xavier, Bestia, Mystique, etc. Bueno, al menos así sería en los cómics. En la película tenemos una tensión brutal entre todos. No tenemos a héroes perfectos por ningún lado. Todos están consumidos por la ira, por el no poder ser lo que quieren, por el no estar satisfechos. Y al final, sacan la cabeza del lodo.
•Magneto: Todas las películas de X-Men han tenido la sombra de Magneto, y a esta altura, ya podría dar bastante flojera seguirlo viendo. Pero Michael Fassbender le pone un toque brutal al personaje. La cara de “odio al mundo” no se le va ni inconsciente. A pesar de eso, no es un villano de caricatura. La escena del avión lo ilustra. Él es así por algo, y se muere con la suya.
•Quicksilver.
•Elenco grande, palabras pequeñas: “Hola, Logan”, es todo el diálogo de Bestia del futuro en la película. Rogue nada más sale para sonreír. Blink, Warpath y Coloso se la viven jadenado gritos de batalla, y los personajes Kitty Pryde y Charles Xavier del futuro son como los de Aries y Kiki en la Saga de las 12 casas. No me molesta que el 70 por ciento del elenco apenas tenga diálogos. Si no tienen nada interesante que decir, vale mil veces más que tengan un poder interesante que mostrar. X-Men: La última batalla, falla por querer desarrollar la personalidad de todos, sin lograrlo en ningún caso. Aquí van a lo importante: Los tranzacos. Y....
•Las mejores escenas de pelea en TODA la saga (y siempre pierden los X-Men): Ver las batallas de los X-Men “del futuro” contra los Sentinelas es un nerdgasm total. Vemos a Blink tirando portales de forma brutal, Coloso transformado en una imaparable mole de metal orgánico, Sunspot ardiendo como el infierno, Tormenta tirando rayitos y Warpath gritando “waaaa”. ¿Se necesitaba que hicieran más? No. Gracias, grandes escenas, quince años, pero al fin las tenemos.
•Los guiños ñoños: Es una película disfrutable, pero están esos pequeños y sutiles guiños que solo los amantes del cómic entendemos. Ver a Magneto rodeado de Sentinelas y asediando la Casa Blanca me recordó a Ultimate X-Men. A Magneto levantando a Wolverine, con acero saliendo de su cuerpo, fue un pequeño homenaje a Atracciones fatales. A Quicksilver...o perdón, Peter, sosteniendo a su hermanita pelirroja. Aquí y allá. Cosas ñoñas, para ñoñs.
•Bryan Singer. Bueno. Finalmente, lo logró. Una buena película dirigida por los X-Men. Y con la tarea titánica de conciliar a todas las historias antes filmadas. Aquí va a haber varios puntos polémicos, porque se carga la continuidad de la trilogía original, y deja abiertos varios huecos en las siguientes. Pero el trabajo no permitía que hubiera sutilezas. Singer logra conciliar la saga original, las de Wolverine y esta. Forzado, sí. Pero deja la mesa puesta para que funcione de cara a futuro, y revive a todo el elenco muerto.
No es la mejor porque:
•Las nalgas de Hugh Jackman. Una vez más, tenemos que chutarnos la reglamentaria escena de Wolverine encuerado. Los hombres esperabamos un Wolverine con Adamantium. Las damas las nalgas de Guepardo. Adivinen quienes obtuvieron lo que quisieron.
•Mystique: Ya sabemos que Jennifer Lawrence es la actriz de moda en Hollywood. Y aquí la vemos en el papel de Terminator trasformista. Va por todo el mundo, queriendo matar a Bolivar “Tun Tun” Trask. Y no hay más. Se vuelve el personaje más predecible, siendo la mayor perdedora ante el aumento de personajes, porque se va diluyendo. Eso y sus escenas donde habla otros idiomas, pero invariablemente, acaba expresando sus ideas en inglés, aunque nadie la entienda.
•La continuidad: Les dije. Nadie va a quedar conforme con esto. En X-Men: Last Stand, creo que Bolivar Trask era un afroamericano del tamaño de un tractocamión, y aquí...bueno.
La escena post créditos de la película anterior en solitario de Wolverine se supone que nos tendría que traer a este punto, pero está de más decir que quien sabe si así es. Y así nos podemos ir yendo para atrás, y atrás. Un poco como lo hizo DC con Flashpoint, esta saga sirve para dejar todo nuevo, y arbitrariamente elegir qué cosas sí pasaron y cuales no. Parece ser que lo del Fénix no ocurrió, al menos no como lo vimos en el cine, lo que deja fuera de canon a X-Men 3. Woops.
•Todos vuelven, o casi: Me gustó ver al Bestia original, aunque fuera como un cameo muy veloz. Pero no todos los mutantes de las sagas anteriores la libraron. Nightcrawler parece ser uno de esos que “nunca ocurrió”, y bueno, a Rebecca Romjin que le avisen que el personaje que ella interpretó alguna vez ya tiene nueva dueña.
• Poco amigable con los neófitos: Si esta es tu primer película de X-Men, muchas cosas se te van a ir. Muchas, muchas. No es una cinta pensada para quien se acaba de subir a la franquicia, lo que deja fuera incluso a los que se sumaron con Firts Class. Para entender esta en su totalidad, hay que ver la trilogía original, aunque irónicamente al terminar Días del futuro pasado, eso ya no tendrá sentido.
Con todo esto, mi veredicto es: Sí, es la mejor película hecha con TODOS los X-Men. No tiene la frescura de Firts Class, pero tiene la nostalgia, el elenco y la historia de su lado. ¿La mejor del verano? Todavía no acaba, pero está en mi top cinco. Bien, muy bien. Le doy la máxima calificación: Dos pulgares arriba.
3 comentarios:
Bryan Singer o Zack Snyder?
Gracias por la información, fue de mucha utilidad
que tiene q ver uno con el otro uno es la carta fuerte de Dc la unica Singer no es Whedon ni Wright buena peli pero queda corta necesita una seri anexa estilo agents of shield y dedonde sacaron los horse men al final si todavia no viajaban los 4F
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