Dark Avengers 9

En el Renacimiento hubo un momento donde los artistas, en especial los que tenían cierto renombre, se quedaban sin la posibilidad de cumplir con todos los encargos que les eran asignados, pues su método artesanal no se comparaba con la demanda casi industrial por sus servicios.
Sin embargo decir que "no" en aquella época era una estrategia publicitaria muy mala (sobre todo porque el cliente en turno podía mandarlos a matar, así se las gastaban), así que para ayudarse, fundaban talleres donde tenían ayudantes que los auxiliaban para terminar sus pinturas, esculturas y demás tiliches.
Es así como a nuestra época nos llegan obras de genios Leonardo, Rafael, Miguelangel y Donatello donde no sabemos a ciencia cierta cuanto hicieron ellos y cuando hicieron sus achichincles en turno. A veces incluso ellos solo hacían el boceto de los cuadros y eran otras manos quienes se encargaban de ejecutarlos, dando como resultado que las obras de grandes maestros renacentistas sean una especie de "covers" de sus propias ideas.
Este prolongado intro tiene razón de ser, no creas que te estoy tirando el choro de a gratis. Leyendo a Bendis y la cantidad de cómics que el "dice" que escribe mes con mes y las brutales diferencias en la calidad de un escrito a otro en caracterizaciones y situaciones (es el único guionista que se ha autoimpuesto una línea temporal y la ha violado), me pregunto si el cabeza de rodilla no tendrá una especie de taller de guionistas que le acaban las historias según una idea muy vaga que se le cruza por el cerebro.
Eso explicaría algo como Dark Avengers 9, un cómic donde el tema central en sí es la deteriorada relación entre Ares y Phobos, padre e hijo en este cómic. La trama central se define relativamente rápido y de forma extremadamente simple, con unos diálogos dignos de "Frontera violenta" o algún otro fan-fic de esos que abundan en internet.
Pero las subtramas si son de pena ajena que tratan de decirnos algo y no llega a nada (algo nada raro en el o los escritores de este cómic). Hace años que nos ha quedado claro que Sentry es un personaje con el carisma de una babosa salpicada en sal. Se mueve, sabemos que sufre, pero no es divertido ver como se convulciona.
Que se comporte de forma idiota y se muera en un número y en otro no, no significa que sea un personaje interesante. Al contrario, el guionista a estirado al máximo la premisa de que es un orate y ahora mismo yo mismo dudo de mi propia cordura al seguir comprando este cómic. Supongo que la intensión inicial era justamente romper la cuarta pared.
Por la subtrama de Osborn en su bóveda, pues supongo que estaba compartiendo un momento de intimidad con varias páginas de zoofilia. Que más da.
CALIFICACIÓN: Dos Sariñárritus para llevar.