A Machete limpio

Robert Rodríguez es uno de esos cineastas que:
A) O hace películas divertidas y memorables.
B) La caga.
Las medias tintas no se le dan para este director de raíces latinas con un tremendo gusto por la violencia gratuita, las mujeres de exuberantes traseros y grandes senos y las explosiones que hagan temblar la pantalla.
Del otro lado tenemos a Danny Trejo, un ex pandillero, ex convicto, ex drogadicto y siempre feo cuya vida ha estado marcada por el trabajo duro en busca de la redención, catalogado generalmente como un actor se clase D, practicamente al nivel de los árboles y las mandarinas. Ambos han hecho una larga mancuerna, y en algún viaje alucinante, a Rodríguez le pareció que debajo de esa cara de accidente de tráfico, en Danny Trejo se escondía un héroe.
Y vaya que es un héroe feo en Machete, cinta que llegará hasta noviembre a México y donde el director se da rienda suelta cagandose en los clichés que al gran público mexicano le parecen sensibles.
En Machete tenemos la historia de un muy violento ex policía federal que trata de recobrar su reputación, pero que en el camino para lograrlo se ve envuelto en una fea disputa política que se complica más y más.
La trama de la película es en sí misma medio chafa, pero donde gana es en el humor y en la acción.
Quienes vayan a verla al cine tienen garantizada muchas escenas absurdamente increíbles y muchas escenas eróticamente increíbles. Si tu misión es entrar en la sala y pasarte un buen y estupido rato, no hay mejor opción que Machete.
Por otro lado, si te ofendió Tiziano Ferro cuando dijo que las mexicanas eran bigotudas, lloraste con el anuncio de las Texican Burguers del Burguer King o de plano te desmayaste con las burlas de otros países por la influenza, Machete te va a provocar una severa diarrea con sífilis.
¿Porque? por que se burla de todos con todos. De los gringos estupidos, del mexicano, de los paisanos, de los tacos, de los políticos, criminales, mujeres y la religión católica. La película no hace el más remoto por quedar bien con nadie ni por dejar una tierna y bonita lección. Simplemente con un montón de gags manchados a la cultura gringa y al estereotipo del mexicano en el gabacho.
Machete es, a final de cuentas, el espejo sátiro y absurdo de una sociedad que le guste o no, está absorviendo más y más la cultura mexicana. Jardineros, chachas, albañiles, mandaderos, delincuentes, sí, de eso salen los mexicanos en esta película, aunque a muchos no les guste. Pero también el héroe lo es.... nos guste o no.