“Larga vida y prosperidad” fue la frase que definió para muchos al mítico Señor Spock, personaje emblemático de la serie de ficción Star Strek, pero ¿cómo podría definirse mejor el legado de Leonard Nimoy?
El histrión estadounidense, fallecido ayer a los 83 años en su domicilio de Bel Air en Los Ángeles, fue un apasionado de las artes escénicas, además de dueño de un físico peculiar, que le permitió encarnar de 1966 a 1969 al Señor Spock en la serie de Star Trek, misma que se convertiría posteriormente en una exitosa saga de películas.
Pese a la fama que le acarreó encarnar el flemático personaje de raza vulcaniana, Nimoy luchó siempre por demostrar que era más que un actor popular por sus papeles de ficción. Se destacó en el teatro, el cine e incluso incursionó en la conducción de programas de misterio e investigación periodística, además de ofrecer conferencias y talleres para jóvenes artistas. Al final, todos los caminos lo llevaban de regreso con Spock.
Los últimos años del actor no fueron fáciles, y en 2014 reveló que padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). No lo hizo por gusto, sino obligado por una serie de fotografías donde aparecía en silla de ruedas y con un tanque de oxigeno. En aquel entonces estaba confiado en que vencería a la enfermedad.
Hoy, el mundo de la ciencia ficción, y especialmente los seguidores de Star Trek lloran a uno de sus grandes iconos. Se queda la imagen de sus orejas puntiagudas, su curioso peinado de casquete, sus cejas estilizadas y esa frase con la que solía despedirse de sus amigos entrañables: “Larga vida y prosperidad”.
sábado, febrero 28, 2015
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1 comentario:
También fue Director de Cine. Además de algunas de las películas de Star Trek, también dirigió "Tres Hombres y un Bebé" con Tom Selleck y Ted Danson.
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