EL ADIÓS. Nolan puso en El caballero de la noche asciende a Batman ante sus mayores retos. |
El caballero de la noche asciende marca el capítulo final en la trilogía moderna de Batman, esa donde Christopher Nolan imprimió su particular visión y que en muchos sentidos demostró que las películas basadas en personajes emanados del cómic si podían aspirar a obtener la etiqueta del arte.
Para eso, Nolan desechó las encarnaciones anteriores del murciélago. Le dijo adiós a las situaciones absurdas, los trajes ridículos, los patiños e incluso matizó un poco las escenas de acción. El Batman que ahora aparece en el cine es más humano que paladín justiciero. Sus movimientos y habilidades pertenecen a las de un hombre entregado a una misión imposible, a las de alguien que se ha ejercitado al máximo, a las de un tipo movido por una obsesión enfermiza, si, pero detrás de todo, simplemente es un humano. Como todo humano, ha conocido momentos de gloria y éxito, pero en El caballero de la noche asciende, el guardián oscuro de Ciudad Gótica va a probar con el cuerpo y la mente el amargo sabor de la derrota en manos del brutal Bane (Tom Hardy).
No estaba claro si cuando comenzó el rodaje de Batman Inicia, Nolan estaba pensando que llegaría a rodar una trilogía del Hombre Murciélago. Lo que si ha repetido una y otra vez es que esta será la última película que haga sobre el personaje, y para eso ha recurrido a una de las tramas más impactantes de Batman en cómics: Knightfall.
La saga, publicada en la década de los años noventa en Estados Unidos y que llegó a México bajo la traducción de La caída del murciélago, cuenta el brutal plan de Bane, un ex convicto, para adueñarse de Ciudad Gótica, destruyendo a su protector en el proceso. La premisa, en las viñetas, es idéntica a lo que en un principio promete la nueva película. Pero es en su desarrollo donde difieren.
En el cómic, luego de provocar una fuga masiva de reos de alta peligrosidad por las angustiadas calles de la urbe, Bane se sienta a esperar. Durante semanas Batman debe luchar contra sus enemigos más sanguinarios (Joker, Espantapajaros, Killer Croc, El sombrerero loco, Acertijo, Hiedra Venenosa y decenas más). Algunos son recapturados, otros se le escapan al protagonista, quien termina severamente lastimado y agotado.
Es en ese momento cuando Bane asalta la mansión Wayne y le da una golpiza de antología a Bruce en su santuario: la Baticueva. Allí, el villano le advierte que hará algo peor que matarlo y lo deja inválido al “romperle” la espalda. ¿Por qué no asesinarlo, si lo tenía a su merced? Porque quería que, incapacitado pero vivo, Batman fuera testigo de cómo el criminal se apodera de “su” ciudad.
Nolan quedó fascinado con la trama, aunque eso no quiere decir que vaya a adaptar esta historia al pie de la letra en El caballero de la noche asciende. Habrá elementos muy sutiles de ella, pero el guión en sí sigue siendo un misterio a menos de una semana del estreno de la película.
Los fanáticos entrarán a la sala de cine sin saber a ciencia cierta con qué se encontrarán en la película, aunque lo que es seguro es que Batman sufrirá. Y sufrirá mucho.
Para eso, Nolan desechó las encarnaciones anteriores del murciélago. Le dijo adiós a las situaciones absurdas, los trajes ridículos, los patiños e incluso matizó un poco las escenas de acción. El Batman que ahora aparece en el cine es más humano que paladín justiciero. Sus movimientos y habilidades pertenecen a las de un hombre entregado a una misión imposible, a las de alguien que se ha ejercitado al máximo, a las de un tipo movido por una obsesión enfermiza, si, pero detrás de todo, simplemente es un humano. Como todo humano, ha conocido momentos de gloria y éxito, pero en El caballero de la noche asciende, el guardián oscuro de Ciudad Gótica va a probar con el cuerpo y la mente el amargo sabor de la derrota en manos del brutal Bane (Tom Hardy).
No estaba claro si cuando comenzó el rodaje de Batman Inicia, Nolan estaba pensando que llegaría a rodar una trilogía del Hombre Murciélago. Lo que si ha repetido una y otra vez es que esta será la última película que haga sobre el personaje, y para eso ha recurrido a una de las tramas más impactantes de Batman en cómics: Knightfall.
La saga, publicada en la década de los años noventa en Estados Unidos y que llegó a México bajo la traducción de La caída del murciélago, cuenta el brutal plan de Bane, un ex convicto, para adueñarse de Ciudad Gótica, destruyendo a su protector en el proceso. La premisa, en las viñetas, es idéntica a lo que en un principio promete la nueva película. Pero es en su desarrollo donde difieren.
En el cómic, luego de provocar una fuga masiva de reos de alta peligrosidad por las angustiadas calles de la urbe, Bane se sienta a esperar. Durante semanas Batman debe luchar contra sus enemigos más sanguinarios (Joker, Espantapajaros, Killer Croc, El sombrerero loco, Acertijo, Hiedra Venenosa y decenas más). Algunos son recapturados, otros se le escapan al protagonista, quien termina severamente lastimado y agotado.
Es en ese momento cuando Bane asalta la mansión Wayne y le da una golpiza de antología a Bruce en su santuario: la Baticueva. Allí, el villano le advierte que hará algo peor que matarlo y lo deja inválido al “romperle” la espalda. ¿Por qué no asesinarlo, si lo tenía a su merced? Porque quería que, incapacitado pero vivo, Batman fuera testigo de cómo el criminal se apodera de “su” ciudad.
Nolan quedó fascinado con la trama, aunque eso no quiere decir que vaya a adaptar esta historia al pie de la letra en El caballero de la noche asciende. Habrá elementos muy sutiles de ella, pero el guión en sí sigue siendo un misterio a menos de una semana del estreno de la película.
Los fanáticos entrarán a la sala de cine sin saber a ciencia cierta con qué se encontrarán en la película, aunque lo que es seguro es que Batman sufrirá. Y sufrirá mucho.
Christian Bale, actor
“Bruce Wayne tiene que decidir por cuanto tiempo más dejará que el dolor dicte su vida”.
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