El héroe esquiva las balas que disparan los asaltantes. Su sentido arácnido le advierte desde el momento en que los delincuentes aprietan el gatillo, por lo que adivina sin problema la trayectoria de cada proyectil. En un ballet aéreo que dura apenas unos segundos, Spider-Man cae sobre los maleantes, los noquea con un par de golpes, los envuelve en su telaraña y los deja pegados a un poste de luz. Y regresa a las alturas, a la espera de otro crimen que detener.
Esa es la esencia del Hombre Araña, un héroe al que las cosas no siempre le salen bien, que debe lavar su propio traje, que vive en los suburbios y que muchas veces tiene problemas para pagar la comida del día. Un tipo común con poderes extraordinarios, pero sobre todo, un sentido del deber sobresaliente, que se rige bajo una lógica implacable: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
Con sus virtudes sobrehumanas y defectos humanos, el héroe de Marvel cómics está de regreso en la pantalla grande, con una aventura que se estrenó éste mes en las salas bajo el título de El sorprendente Hombre Araña.
Un niño interno muy feliz
La sonrisa en su rostro antecede la respuesta a cualquier pregunta que tenga que ver con la película. Pertenece a Andrew Garfield, y dice que los sueños si existen. Al menos él se encuentra viviendo el suyo: Ser Spider-Man. “Soy fanático del personaje desde que tengo 3 años”, confiesa y agrega que “ponerme en el traje es un sueño, y un tanto bizarro, porque es una de esas cosas que jamás esperas que te pasen en la vida, hasta que suceden”.
Cuando Marc Webb llegó con la propuesta de darle el rol protagónico en Spider-Man, Garfield lo pensó “menos que un suspiro. No tuve un segundo de duda antes de contestar que si, escuché al niño interno que tengo y pensé, ‘sólo tengo una vida, ¿le diría que no a la posibilidad de interpretar a uno de los héroes de mi infancia’”.
Andrew puso mucho de si en el legendario personaje. Le dio un tono especial, sugirió escenas y lo acerca a una generación juvenil de espectadores, dispuestos a un “borrón y cuenta nueva” en la historia. Eso si, acepta que este viernes, cuando se estrene la película, las comparaciones entre su trabajo y el de Tobey Maguire, quien protagonizó la trilogía original, serán inevitables. “Siempre van a existir. Algunos van a preferir el trabajo de Tobey sobre el mio, y yo me considero un fan de lo que hizo, pero no se trata de satisfacer a todo mundo, aun si esa fuera mi intención”.
La sonrisa en su rostro antecede la respuesta a cualquier pregunta que tenga que ver con la película. Pertenece a Andrew Garfield, y dice que los sueños si existen. Al menos él se encuentra viviendo el suyo: Ser Spider-Man. “Soy fanático del personaje desde que tengo 3 años”, confiesa y agrega que “ponerme en el traje es un sueño, y un tanto bizarro, porque es una de esas cosas que jamás esperas que te pasen en la vida, hasta que suceden”.
Cuando Marc Webb llegó con la propuesta de darle el rol protagónico en Spider-Man, Garfield lo pensó “menos que un suspiro. No tuve un segundo de duda antes de contestar que si, escuché al niño interno que tengo y pensé, ‘sólo tengo una vida, ¿le diría que no a la posibilidad de interpretar a uno de los héroes de mi infancia’”.
Andrew puso mucho de si en el legendario personaje. Le dio un tono especial, sugirió escenas y lo acerca a una generación juvenil de espectadores, dispuestos a un “borrón y cuenta nueva” en la historia. Eso si, acepta que este viernes, cuando se estrene la película, las comparaciones entre su trabajo y el de Tobey Maguire, quien protagonizó la trilogía original, serán inevitables. “Siempre van a existir. Algunos van a preferir el trabajo de Tobey sobre el mio, y yo me considero un fan de lo que hizo, pero no se trata de satisfacer a todo mundo, aun si esa fuera mi intención”.
Renovación e todos los frentes
“Cuidado con quien piense que todo lo que había que contarse sobre Spider-Man ya se había expuesto en las tres películas anteriores”. Quien habla es el director de la cinta, Marc Webb, quien asegura que la mitología del héroe, al menos en los cómics, es “enorme. Hay muchas historias que se pueden relatar en el cine. Es un personaje con medio siglo de tramas, que ha contado con excelentes guionistas y extraordinarios dibujantes. Lo que hemos visto en la pantalla es una parte microscópica”.
¿Y qué es lo que encontrará el espectador al llegar a la sala de cine? La cinta relata el origen del Hombre Araña, aunque de una forma distinta a la formula usada la película de 2001, dirigida en aquel entonces por Sam Raimi.
Ahora el romance entre Peter y Gwen Stacy (Emma Stone) tiene un papel mucho más destacado. “El génesis de Spider-Man no se encuentra en cómo obtiene sus poderes, sino en como crece, privado de padres y encontrándose en una situación donde tiene que definir que tipo de persona quiere ser. Incluir a Gwen ofrece una perspectiva más pasional, es un personaje con un enorme corazón, pero que también tiene una fuerte carga de tragedia”, explica el realizador.
Es en ese balance en el que se enfoca Webb, quien señala que para poder contar su historia tenía que encontrar al Peter Parker perfecto, y lo hizo en el rostro de Andrew Garfield, uno de los talentos ascendentes de Hollywood, “y que hizo un trabajo extraordinario, metiéndose en la compleja mente de un héroe trágico como Spider-Man”.
“Aunque el físico es importante –explica el realizador- lo importante era la capacidad histriónica. Andrew tiene los dos elementos. Puede matizar muy bien las emociones del personaje, sus dudas, temores e instantes de valor. Además, es tan delgado que no se ve mal en un traje tan entallado (risas)”.
“Cuidado con quien piense que todo lo que había que contarse sobre Spider-Man ya se había expuesto en las tres películas anteriores”. Quien habla es el director de la cinta, Marc Webb, quien asegura que la mitología del héroe, al menos en los cómics, es “enorme. Hay muchas historias que se pueden relatar en el cine. Es un personaje con medio siglo de tramas, que ha contado con excelentes guionistas y extraordinarios dibujantes. Lo que hemos visto en la pantalla es una parte microscópica”.
¿Y qué es lo que encontrará el espectador al llegar a la sala de cine? La cinta relata el origen del Hombre Araña, aunque de una forma distinta a la formula usada la película de 2001, dirigida en aquel entonces por Sam Raimi.
Ahora el romance entre Peter y Gwen Stacy (Emma Stone) tiene un papel mucho más destacado. “El génesis de Spider-Man no se encuentra en cómo obtiene sus poderes, sino en como crece, privado de padres y encontrándose en una situación donde tiene que definir que tipo de persona quiere ser. Incluir a Gwen ofrece una perspectiva más pasional, es un personaje con un enorme corazón, pero que también tiene una fuerte carga de tragedia”, explica el realizador.
Es en ese balance en el que se enfoca Webb, quien señala que para poder contar su historia tenía que encontrar al Peter Parker perfecto, y lo hizo en el rostro de Andrew Garfield, uno de los talentos ascendentes de Hollywood, “y que hizo un trabajo extraordinario, metiéndose en la compleja mente de un héroe trágico como Spider-Man”.
“Aunque el físico es importante –explica el realizador- lo importante era la capacidad histriónica. Andrew tiene los dos elementos. Puede matizar muy bien las emociones del personaje, sus dudas, temores e instantes de valor. Además, es tan delgado que no se ve mal en un traje tan entallado (risas)”.
2 comentarios:
¿Que bueno que vuelves al Blog Francomagno! Tus notas siempre son muy interesantes.
alguien sabe de que consta la escena extra de los vengadores
Publicar un comentario