Sin se ha fugado del manicomio donde estaba encerrada y sus maquinaciones contra Bucky Barnes apenas comenzaron.
El juicio del Capitán América centrará la defensa de Barnes en el hecho de que los soviéticos "controlaron su mente" durante décadas, y para demostrarlo Steve Rogers está dispuesto a recurrir a uno de los grandes expertos en esta rama: El Dr. Faustus. Sin por su parte no pierde el tiempo una vez libre, y además de fornicar y tener pesadillas descarrila la defensa de Bucky, al asegurar en unas entrevistas "filtradas" a la prensa que Barnes, como Winter Soldier, fue"operador" de Red Skull durante años.
Con todo el mundo en contra, las posibilidades de que el Bucky libre la cárcel comienzan a reducirse, pero mientras todos andan detrás del caso, Sin planea un atentado con la estatua de la libertad como principal objetivo.
CRÍTICA: Cuando todo indicaba que la trama de Brubaker nos haría ver a Bucky como protagonista de la versión gringa de Presunto culpable, da un manotazo al guión y comienza a darle protagonismo a Sin (algo que no dudamos va a incrementarse más en los próximos números) a una gran velocidad.
A pesar de la portada aburrida que tenemos en este cómic (tan emocionante como sería ver barriendo o jugando damas chinas al Capitán América), la historia deja ahora si todo bien sembrado para que el próximo número.
Como siempre Giovani Arevalo demuestra que es un carnicero y mutila la versión original de este cómic, al quitarnos el derecho de ver una emocionante historia de Nomad que incluía la versión original.
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1 comentario:
pero si es lo unico ludens que practica el giovas castrar comics este comic se parece mucho a martha washington goes to war
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