Avengers. El Nerdgasmo

Llegué tempranito al cine. Temprano porque sabía que el hype que traía encima Avengers iba a atraer a los espectadores más variados, desde el fanático casual que “va a ver qué”, los papás que llevan a sus hijos para que no anden de enfadosos en la casa, los adolescentes que nada más van a estarse aventando palomitas y gritando “ya llegué” y claro, los fanboys. Esos acérrimos amantes de la continuidad que fueron nomás a ver que tanto se desvió Joss Whedon de la mitología oficial de Los Vengadores para luego irlo a criticar a los foros o a las redes sociales y decir que “Dark Night está más chidoooooooooo”.
Para mi sorpresa afortunada, la sala estaba casi, casi vacía. Como siempre Cinemex me sorprendió. Compré boletos para la función en 3D en español (porque ya no había subtitulada, según ellos) y ¡toma!, que la película es en inglés. Mejor para mi, no fuera ser que el doblaje fuera de esos donde dicen “anda la osa” o “oígame no, me ahorcó”.
Comienza la película. En los primeros minutos Whedon lanza todas las cartas sobre la mesa, al menos lo que necesitamos saber. Dicen que si no viste las cinco anteriores (Iron Man 1-2, Capitán América, Hulk y Thor) no hay problema, le entiendes. Yo creo que no. Hay algunos detalles del pasado que es necesario conocer (particularmente de las cintas de Thor y Capitán América).
Lo que viene es un festín de batallas monumentales. No se si sean las mejores que he visto en una película basada en personajes de cómics. Hago un ejercicio mental rápido. ¿Recuerdo alguna pelea memorable de Linterna Verde? NO. ¿Superman Returns? NO. ¿La trilogía de X-Men? Hay cosas interesantes, pero no se comparan. ¿Spider-Man? Quizá en la parte 2, pero no… sigue muy lejos. ¿Watchmen? NO. ¿300? Tampoco. ¿Le sigo con la lista?
Mientras que otros directores buscan imprimir en el ícono su sello (como Nolan con Batman), Whedon los deja ser. De hecho es obvio que el realizador es fan de los cómics, los conoce, sabe que tanto puede forzar a sus personajes y nos regala un montón de estampas espectaculares. Casi sacadas de las viñetas. El encuadro perfecto siempre.
A nivel de acción, no hay desperdicio, créanme, es el tipo de película que te hace olvidar de tomarle al refresco y seguir tragando palomitas. Son muchas golpizas en pantalla, pero no cansan porque se van haciendo más y más y más grandes.
Algunas personas me han dicho que “debieron darle más peso a tal o cual personaje”. Bien. Me gusta ese debate, porque en realidad nadie repite el nombre. Algunos creen que a Hulk le faltó figurar más. Otros creen que se robó la película. Lo mismo de Thor. O que aquí sale mejor el Capitán América que en su propia cinta. O que le hubieran dado más peso a Hawkeye. O que le dieron demasiado. Que porqué Black Widow no hace más cosas, o porqué no sale con menos ropa (me uno a esta petición). Pero creo que nadie puede decir que su favorito está totalmente eclipsado. Todos tienen chance de lucirse en diferentes momentos y niveles.
Otra: que hay demasiados momentos graciosos. A mi no me molestó, aunque en un director cut, si le quitan una o dos escenas “chistosas”, no le vería problema. Vamos, esto sirve para quitarle tensión a ciertos instantes, ¿no? Y también es un poco de fan service para quienes se cansan se ver explosiones y disparos.
Termina la película (incluyendo la escena después de los créditos) y no puedo evitar sentirme muy, muy satisfecho. A veces espera mucho tiempo por algo y te decepciones. A veces resulta ser una maldita maravilla. Esta entra en la segunda categoría. No importa que haya tomado cinco años para ser realidad. Gracias Whedon por la maravilla. Gracias a Downey Jr., Ruffalo, Renner, Evans, Hemswort, L. Jackson y Hiddleston por el retrato fiel de los personajes, respetar la esencia y no convertir en caricatura a los iconos emanados de las viñetas. Pero sobre todo, gracias a Scarlett Johansson por usar cuero negro. Apretado. Toda. La película. Gracias.