Daredevil 25

Matt Murdock debe encontrar el modo de equilibrar su derruida vida personal con su faceta como Daredevil.
De momento, sus dos preocupaciones más grandes son su esposa, Mila Donovan, quien está constantemente expuesta al peligro, y del otro lado, Melvin Potter, quien se ha vuelto loco o está siendo manipulado por alguien para que vuelva a ser El Gladiador. Cualquiera que sea el caso, es un peligro ambulante armado con sierras.
Por principio de cuentas, Matt trata de medio arreglarse con Mila. La lleva a cenar, y en el momento en que su relación parece que va a hacer erupción, aparece el Gladiador, y no precisamente para ser el mesero. Todos en el restaurante están en peligro, por lo que Matt medio logra evacuarlos y a la vez se pone sus mallas rojas. La pelea entre ambos resulta inexplicablemente desigual, y el Gladiador logra derrotar y noquear a DD.
Cuando despierta, el Hombre sin Miedo se encuentra en una patrulla esposado, mientras escucha como los policías deliberan si deben quitarle la máscara o no. En eso andan cuando el sentido desarrollado de Matt capta una voz.
La voz puede hacerse escuchar, aunque no oír a Matt . El misterioso ser le advierte de la manipulación de Gladiador y le recuerda que durante la pelea, mientras Murdock se cambiaba a su traje de héroe, dejó caer su billetera, así que, ¿A donde creen que fue el Gladiador?... la casa del abogado, donde solo está su esposa Mila....
CRÍTICA: Brubaker comienza a retomar el estílo heróico del título (tras su etapa 'policíaca') y sigue haciendo un buen uso del villano en turno, Gladiador. Además, mantiene la tensión casi eterna en la que vive Matt, aunque no hace girar la historia sobre ese aspecto, como lo hacía Bendis. En su lugar, desarrolla la sociopatía de Gladiador y la fragilidad de Mila para mostrar un cuadro más amplio, además de darle voz al villano que permanece en las sombras, quien como la mayoría de los antagonistas de esta serie, parece saber donde pegarle a Matt para que le duela.