viernes, enero 15, 2010

Daredevil 31

Matt Murdock no puede encontrar a Mr. Fear, y este sigue expandiendo su influencia y drogas en Hells Kitchen. Lo peor es que ahora el barrio neoyorquino se ha convertido en un centro de batalla entre Fear y el nuevo Kingpin del crimen: The Hood, quien utilizando a la Wreking Crew ha liberado una ola de violencia inusitada.
Para colmo, una de las afectadas por las drogas de Fear es ni más ni menos que Mila, la esposa de Matt.
SINOPSIS: Daredevil observa desde una azotea una más de las frecuentes batallas entre la Wreking Crew y uno grupo de pandilleros al servicio de Mr. Fear. Aunque usualmente intervendría, esta vez no lo hace en espera de que aparezca uno de los Enforcers, el grupo de matones de élite de Fear.
Tras ver la batalla, le queda claro que hay heridos, y así como hay una enfermera nocturna que cuida de los héroes lastimados, debe haber un IMSS clandestino al que vayan los malechores. Y da con el lugar, claro.
Es allí donde encuentra recuperándose a Fancy Dan, uno de los Enforcers. Tras un breve forcejeo con el villano y su doctor, DD consigue la información que quiere, o al menos la más exacta, pues ahora sabe donde se distribuirán las drogas de Fear, y obvio, allí encontrará más información.
Más tarde, en ese lugar no está el villano que busca Matt, pero si Ox, uno de los Enforcers, quien hace las veces de jefe. Las dosis reunidas allí son muchísimas, por lo que está claro que el problema de Daredevil está por incrementarse hasta el mismísimo infierno. Antes de hacer nada, la policía llega a la bodega y comienza un tiroteo. El héroe decide no intervenir, pues su objetivo es solo Ox, quien huye ante la refriega. Matt lo alcanza (bueno, lo atropella) y se lo lleva a una sesión motivacional con un soplete, para ver si así, el maloso le da la info que necesita.
CRÍTICA: Sí, me salté la arte de Lili Lucca, que va a visitar a Mila, bueno, todo lo referente a ella por alguna razón me desespera un poco, pues de todos los personajes es del que menos sabemos y aun así, Brubaker tiene toda la intensión de darle mucho protagonismo porque "huele bonito".
Otro buen número, a un ritmo extraordinariamente lento, no se si a propósito para seguir jugando con la paranoia de Daredevil o ir creándosela al lector. Quizás el punto más flaco del cómic es el dibujo, que sí, apela más a la narrativa que a la espectacularidad, pero eso no justifica las frecuentes desproporciones que salen a lo largo de las viñetas (en especial cuando sale Daredevil, que a veces parece Kemonito).
CRÍTICA: 8.5

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