viernes, diciembre 21, 2007

El recuento del mal

Ante lo no-fluida que está la información por estas fechas, es momento de hacer un balance imparcial y desapasionado de los sucesos que marcaron al universo de lo geek en este 2007. Como siempre, prefiero comenzar con lo malo para despedir el año de manera positiva. Así que sin más maldito preámbulo, comencemos:

• Spider Man 3: El gran estreno que todos pensamos que arrasaría con la taquilla. Una cosa es cierto: La cinta fue grande y arrasó en taquilla, pero más por el hype que por su calidad. Sam Raimi nos dio la película más floja del arácnido, y con un guión que careció de coherencia y unas actuaciones bastante pobres, la cinta se fue a pique. El gran culpable, sin duda alguna, Avid Arad, productor y mete-dedo de el filme, cuyas sugerencias sirvieron para echar a perder todo.

Spider Man en cómics: No es bueno que el mejor título de el Hombre Araña sea el Ultimate, y de lejos. Spidey fue manoseado por auténticos porros del guionismo, como Jeph Loeb y Mark Millar, lo que ayudó a que el personaje perdiera sentido. Tras la burla que fue The Other, vinieron dos chorizos peores: Back in Black y la intragable One More Day, que ha logrado como ninguna, unificar al fandome gringo (y al mismísimo “escritor” de esa historia J.M. Strackzinsky) contra Joe Quesada. Arrancamos el 2008 con un Spiderman desenmascarado, desempleado y ¿viudo? (o huérfano de tía). Quien sabe, y la verdad, que diablos importa.

• Editorial Toukan. Es broma, quise decir, Editorial Televisa. De ellos ya se ha hablado muuucho en varios lugares, pero vamos a hacer un recuento. A dos años de haber ganado la licencia de Marvel, Televisa ha entregado una etapa infame en general, convirtiendo las buenas promesas con las que arrancaron en pesadillas. Malas traducciones, un trabajo lamentable de maquetación, organización, promoción y distribución son las constantes. A las hojas faltantes habría que sumar las sagas enteras que se han perdido por la pobre, pobre, pobre planeación editorial una que a la fecha, sigue siendo un misterio.
El Sr. Giobany Arevalo es, sin duda, UN culpable de la catástrofe, pero no el único. Desafortunadamente es su cara la que está frente a los consumidores, por lo que es a él a quien podemos culpar. Su comunicación con los fanáticos ha dejado bastante que desear, y al margen de eso, la labor que ha desarrollado como editor raya en lo absurdo, al robar a sus lectores páginas completas y tiempo con sus podcast, que parecen show de aficionado radial, sin guión o idea de que hablar.
No me cae mal, porque ni lo conozco, pero es molesto que alguien con la responsabilidad de entregar un producto e calidad, sea tan mediocre y conformista en sus resultados laborales, ojo que no como persona, y muy allá él si es feliz con lo que esta vendiendo a sus "inteligentes y pacíficos lectores" como le dio por llamarnos. No cabe duda, México esta en la edad de piedra en cuanto a editoriales, y el meteorito que llegue a cambiar todo esto aun se encuentra lejos.

• Medios de impresos: En México, ser caricaturista o cartonista es equivalente a ser tragafuegos, por la poca seguridad laboral y el nulo reconocimiento al trabajo. A eso hay que agregar la mísera consideración que tienen los “señores del dinero” en los periódicos y revistas, al tratar a sus dibujantes como rellenadores de espacio. Cada año desfilan muchos cartoneros por los periódicos, cuya rotación es veloz, sin contar con que no hay lugar para mayores cosas que la política, el deporte y los chistes. La ficción, la aventura y el suspenso están relegados a revistas especializadas, y ya.
• El Bullpen de Marvel: Es un lugar de encuentro de donde han salido ideas y conceptos fantásticos y prometedores, creo que todos estamos en ese entendido y todos hemos entrado a comentar y a veces spamear un poco, bien. Pero desde hace meses esta “plaza virtual” se ha convertido en una verdadera jaula de brutos que hacen poco atractivo el visitar y enterarse de las “novedades” de E. Televisa.
La norma de llenar de comentarios estúpidos, inútiles e insultos fue combatida por la gente de Televisa creando celebridades entre los posteadores, brindando post en su nombre y mimándolos, como si hubiera que agradecerle a un perico por comerce la galleta. El base de fanáticos mexicanos es todavía muy chiquita como para premiar a los gandules que creen que es eternamente gracioso el destruir conversaciones entretenidas con las ideas que les pasan por el intestino.
El Bullpen pudo ser el mejor punto de reunión para los fanáticos al cómic nacional, pero creo que lo hemos echado a perder, aunque supongo que para la calidad que ofrece Editorial Televisa, es lo que nos merecemos, ni más ni menos.

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