lunes, febrero 01, 2010

Los videojuegos son del diablo

Ora!. Bueno, no es exactamente la entrada más apropiada para un tema tan serio. Sabemos que los juegos de video siempre han estado en la mira de ciertos políticos, porque según ellos, promueven todo tipo de males, satanismo, ocio y demás cosas feas que envenenan el alma.
Pero en últimas fechas, se ha notado como cada vez más las aparentemente inocentes consolas se convierten en el blanco de sistemas de gobierno donde la tecnología no es precisamente el fuerte, pero eso sí, hay que buscar culpables a la dejadez y destrucción de la juventud.

Caso 1: El Play es satanas capitalista.
El amo de las cortinas de humo, Hugo Chávez, responsabilizó al Playstation de ser, ni más ni menos, que veneno sólido del capitalismo.
Según el eterno presidente de la República Bolivariana de Venezuela “los videojuegos en los que se bombardean ciudades y se tiran bombas, son vendidos por el capitalismo para sembrar violencia y luego vender armas, sembrando la necesidad del cigarrillo, la droga y el alcohol; ése es el capitalismo, el camino al infierno”,
Chavez agregó que su país, que debo agrega cuenta con mujeres de belleza impresionante a pesar del presidente que tienen, debería fabricar “juguetes didácticos, distintos de muñecas como la Barbie, que nada tienen que ver con nuestra cultura”.
(Yo comento, está claro que la mano de Nintendo está detrás de esto, pues son ellos con su Wii quienes están creando a una generación de gamers corpulentos y reflejos veloces, émulos de los ejercicios de Wii Sports).


Caso 2: Los juegos destruyen la sociedad.
Así de lanza está la cosa en Somalia, país donde la pobreza, la miseria y la marginación crecen sin parar. Tras una prolongada reflexión sobre el bien y el mal, las autoridades de aquel país llegaron a la conclusión que la fuente de tanta desgracia no podría venir de otra cosa que no fueran los videojuegos. A continuación, me la chaconeo de Radio Holanda.
“Las milicias Hezb al-Islam, que controlan gran parte de ese país africano, prohibieron los videojuegos porque, en su opinión, ‘fueron diseñados para poner en peligro la cohesión social’.
En tiempos recientes, los videojuegos gozaban de una enorme popularidad entre los jóvenes somalíes, sobre todo después de que las milicias prohibieran las películas en DVD. En Mogadiscio existían hasta ahora numerosos centros de videojuegos, donde los visitantes podían utilizarlos a cambio del pago de un módico precio. Esos centros deberán cerrar ahora sus puertas. Las milicias somalíes actúan contra todo tipo de pasatiempo que consideran que está pugna con el islam.
En tal sentido, los agentes de la policía religiosa amonestaron a personas que bailaban o jugaban al fútbol”.

¿Acaso la leyenda urbana de que los juegos son del diablo (y además causan epilepsia y esterilidad) es real? ¿Porqué los sistemas políticos ya no culpan a los cómics de nada?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los políticos, los sacerdotes, las madres, las abuelas y las novias cumplen con su labor al censurar las actividades juveniles (si odian a los gays me importa un cacahuate). No sólo los videojuegos, todos los hobbies y las costumbres que podrían parecer macabras y ajenas a las deformadas culturas de algunos paises son objeto de satanización. "Afortunadamente" no vivimos en un régimen católico colonial, judío o islámico. Tampoco nos rodean los de PETA, los hippies y los straight edgers.