domingo, julio 08, 2007

Acción inmortal

Se mueve de muchas maneras por la ciudad, a veces armado sólo con su placa de policía, a veces sólo con su mala suerte para estar en el “lugar incorrecto en el momento preciso”, lo cierto es que el tosco y maleducado policía John McLane es el indicado para resolver las situaciones más peligrosas e inverosímiles.
Pero el ya cincuentón Bruce Willis se la pensó muy bien para volver a ponerse en el pellejo de McLane, y no precisamente por sentirse viejo. “Vi muchos guiones en estos últimos años con el nombre Die Hard 4 (Duro de matar por su título en español) en la portada -confiesa Willis- pero yo esperaba por uno verdaderamente bueno, entonces apareció este guión en el que estuvieron trabajando hace un par de años en los Estudios FOX, con un par de líneas argumentales. Hasta que se unieron en una sola, y les diré, eso sucedió en mayo del 2006, así que las cosas se han dado de manera bastante rápida”.
Y en menos de un año, McLane estaba de regreso, tras un largo letargo, tiempo en el que Bruce Willis experimentó en todo tipo de géneros, de comediante a drama pasando por terror y hasta haciendo doblaje.
Pero el actor reconoce que de todos sus trabajos (más de 50 en la pantalla grande, además de algunas apariciones en televisión), es el de Duro de matar el que mayor satisfacción le atrae. “Me gusta el personaje (McLane), su sensibilidad y su actitud; el tipo ama a su familia y a su país. No le pone la mano encima ni lastima a nadie que sea inocente o que no pueda defenderse por sí mismo”.

• Una experiencia mortal Nadie dijo que iba a ser sencillo volver a ver a John McLane tras 12 años de “apacible” retiro. La ciudad ahora es una peligrosa jungla de cristal, con amenazas distintas a las que enfrentó en la década de los años noventa. “Tuvimos mucho cuidado en manejar el asunto del terrorismo, por ejemplo. En las cintas anteriores ellos fueron los enemigos, pero todas se estrenaron antes de 11 de septiembre del 2001, así que había que tener mucha precaución”.
Ahora el enemigo se mueve por las redes informáticas. En las anteriores apenas era indispensable conseguirse un celular para dar con el villano, ahora éste, literalmente, se escabulle por internet como todo un hacker. “Él (McLane) probablemente no sepa ni qué es una PDA, es más, quizá no sabe ni siquiera enviar un e-mail, así que fue divertido sacarlo de su elemento tradicional”.
Eso sí, la presencia de computadoras no significa que McLane se sentará a jugar buscaminas un rato, el rodaje tuvo todo, menos suavidad. “La mejor experiencia que tuve durante la grabación fue cuando terminamos, el saber que ya estaba hecho. Porque fue muy duro de filmar y más físicamente con un calendario tan apretado. Teníamos muchas tomas nocturnas y a veces eran semanas enteras en noches y luego sólo en día. Es como cuando viajas en avión y pierdes la noción del tiempo ¿sabes?, pero valió la pena, porque al director (Michael Bay) le salió una úlcera (risas). No podía dormir, sólo trabajaba”.
Otra cosa a destacar de Duro de matar es su peculiar estilo de rodaje, pues a Willis le gusta lo “real”, esto es, no usar efectos digitales. Los autos, chocando, las acrobacias de helicóptero y los extras son reales, nada se género en computadora, y eso incluyó a la estrella del filme en acrobacias sin dobles.

• Lejos de acabar El actor nacido en una base militar de Alemania reconoce que lo suyo, no es la seguridad ni la certidumbre. “Soy un jugador por naturaleza -confiesa Willis- y el potencial de que este filme fracase puede ser alto, pero también lo es su probabilidad de éxito”.
Lo que sigue para Bruce, además de una larga etapa de promoción, es preparar sus siguientes filmes (The Sophomore y Morgan’s Summit). “Y ver los guiones de Duro de matar 5”, confiesa Willis bastante alegre, pues lejos de intentar retirarse como héroe de acción, es ahora que, moviéndose por la ciudad sólo con su placa, toma su segundo aire.


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