martes, julio 13, 2010

Thor 19

El poderoso Thor finalmente está reunido con Sif y ha reparado su martillo, aunque en el proceso también perdió muchas cosas. La más dolorosa: El trono de Asgard, que ahora recae en los hombros de Balder.
Justamente Balder se las tiene que ver con unos asgardianos todavía algo inquietos por su nuevo estatus tan terrenal, y a esto debemos sumar el hecho de que Loki y el Dr. Doom están haciendo tratos maquiavélicos al haberse llevado a estos seres mitológicos a Latveria, experimentando con la "supuesta inmortalidad" de los asgardianos.
En el transfondo de estas intrigas palaciegas, William y Kelda llevan hasta el límite su amor. Y creanme cuando les digo límite, si eso involucra la idea de un homicidio.
CRÍTICA: J. Michael Straczynski ha demostrado todas sus virtudes en el título de Thor a lo largo de casi 17 números: Buen (aunque lento) desarollo de personajes, una historia aparentemente menos obvia que lo que hacen otros guionisas, acción y humor con mucha tragedia y hasta eso, es raro que Stracky alarge de más una saga cuando se ve que está es más enfadosa que una roca cayendo por un desfiladero.
Desafortunadamente, comienzo a creer que en este número también se asoma un poco de lo peor del guionista con apellido de trabalenguas: Desgano parta resolver las sagas y resoluciones anticlimáticas, sin contar con que la narrativa a veces es pesada y confusa (esto creo que lo comparte con el dibujante)
A estas alturas en Estados Unidos ya era un hecho que J. Michael Straczynski iba a abandonar Thor (y casi Marvel) por la mala relación que tenía con Joe "cintura de tinaco" Quesada. Y se ve que está tratando de acabar su arco argumental a como de lugar, así sea de la forma más despatarrada.
No se porque, pero los últimos 2 números han sido así, de resolver lo de Sif, los asgardianos y William a supervelocidad, sin que nos quede muy claro si estaba previsto que todas las resoluciones chocaran, o simplemente el guionista, como señor urgido de ir al baño, quiere irse corriendo de una maldita vez.
Quizá el asunto de Sif sea lo que más me decepciona. En cierta forma el desencanto de Thor por revivir a todos los asgardianos y no a su amada me parecía interesante de ser explorado, pero desde que la ha tenido enfrente no hemos visto en realidad nada interesante. Es como si hubiera recuperado un trapo viejo o una cachucha.
Marko Djurdjevic sigue demostrando que lo que mejor hace, de lejos, son las portadas. No es un mal dibujante, de hecho, es mejor que Romita Jr. o Alex Cruz, pero seamos honestos, sus acabados quedan lejos de lo que nos acostumbró Oliver Coipel.
CALIFICACIÓN: 7.5.

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