World War Hulk 5

Acercándose el peligro viene ya, para llorar pasa el tiempo ahora. Bueno, esa sería la forma más apropiada de leer este cómic, recordando a Dragon Ball Z en una de sus eternas batallas.
Hulk ha derrotado a cuantos héroes se han puesto en su camino. Si su intensión era vengarse y exhibirlos como unos traidores, ciertamente lo ha logrado. Pero aun hay alguien que levanta el puño contra el Gigante Gamma: ¡Sentry!
SPOILERS
SINOPSIS: Básicamente este número es la batalla espectacular entre Sentry y Hulk, quienes barren en escómbros la Ciudad de Nueva York. La lucha se extiende por todo Manhattan y algunos lugares (como el Madison Square Garde) terminan convertidos en polvo (¿Dónde jugarán los Ni....cks?).
Por momentos, pensamos que Sentry va a triturar a Hulk sin piedad, pero este logra reponerse y la lucha se pone en terminos muy, muy parejos. Al punto que ambos derrochan toda su energía y terminan "destranformándose" en Bruce Banner y Robert Reynolds. Y nadie les cede su ki para que se recupéren.
Ya en ese estado, Banner parece más calmado, pero Miek no admite que su "rey verde" sea en el fondo un débil humano, así que trata de herirlo para que se enoje, con tan mala suerte, que quien termina lastimado es Rick Jones.
Furioso de nuevo y ya sin Sentry, Banner se transforma en Hulk y machaca a Miek, quien se revela como el verdadero causante de la detonación de la bomba en Sakaar. Hulk está furioso como nunca lo hemos visto, y comienza a lanzar por sus verdes poros radiaciones gammas que hacen temblar al mundo entero.
Al final, Tony Stark logra sincronizarce nuevamente con los satélites de todo el planeta y le lanza una descarga láser monumental a Hulk, que termina frito y volviendo al estado "Banner".
Ya derrotado, los héroes encierran a Banner (catatónico) dos kilometros bajo tierra en el desierto, esperando que nunca, pero nunca... se despierte. De la Warbound, Rick y como diablos van a reconstruir Nueva York, no sabemos nada, aunque me imagino que de lo último se hará cargo Shen Long.
CRÍTICA: Creí que Hulk iba a lanzar un Kamehameha y Sentry, que ya es un sayayín, usaría la Genkidama. Fue emocionante leer este número y pensar que no muy en el fondo, Greg Pack (el guionista) es "fans" a morir de Dragon Ball.
En verdad, la saga de WWH no fue un fiasco para quien no esperaba nada metáfisico. De pelea en pelea, la historia fue monotemática e incluso el final se antoja como una consecuencia de todo lo ocurrido, por lo que en realidad, aun la revelación de Miek no es algo que modifique nada. No había redención una vez que Hulk fuera derrotado, pero creo que tampoco los "héroes" podrán salir mejor parados.
Eso sí, Sentry se confirma como el personaje más desesperante del siglo, pues se la pasó aplastado en un sofá reflexionando sobre una frase "Jugar a ser Dios". Bueno, imáginense el día que se ponga a leer a Octavio Paz o a Corín Tellado o se acuerde que "Lisa Necesita Frenos / Adiós Plan dental", no habrá manera de hacerlo entrar en acción.
El dibujo de Romita permite que este número luzca menos, verdaderamente habría quedado mejor un trazo algo más lolimanganime (si ya iba a ser una copia de Dragon Ball) que los cuadritos y triángulitos del dibujante. En resumen, divertido, sí, pero no dejó de ser una saga para "pasar el rato" y prepararnos para Secret Invasion.