Y al final, Heath Ledger sonrió

Se entregaron los premios Oscar y todos los pronósticos se cumplieron casi al píe de la letra. Slumdog millionarie se llevó 8 estatuillas y arrasó, Penélope Cruz ganó, Brad Pitt perdió y Heath Ledger tuvo su último y definitivo homenaje, cuando le otorgaron el Oscar a Mejor actor secundario por su Joker en The Dark Night.
Practicamente nos pasamos medio año escuchando loas sobre el trabajo del actor australiano, y ningún premio al que estuvo nominado lo perdió, si acaso por que nadie se animaba a mancillar su recuerdo, más que su trabajo. Lo que sí, es que a partir de hoy se muere el hype de Batman: The Dark Night, no más tributos a Ledger, no más groserías de Christian Bale (fuck!) y no más noticias de taquilla (que por cierto, terminó superando el billón de dólares).
Por lo demás, la ceremonia del Oscar transcurrió como siempre, esto es, con los mismos discursos pomposos de siempre y las mismas caras en muchas categorías. ¿Será acaso imposible reformar la ceremonia para volverla menos.... aburrida? Creo que no, pero al menos se esforzaron sacando al cómico que nunca daba risa como maestro de ceremonias y pusieron al Wolverine de X Men a cantar. Vaya, ojalá hubiera sacado sus garras de adamantium para destripar al director de Hanckok.
Estoy seguro que si Heath Ledger estuviera vivo, le gustaría que hablara de los premios Razzies, a lo peor de lo peor del cine, así que en su memoria...
Mike Myers arrasó a lo peor con su Gurú del amor (no la vi) y Paris Hilton obtuvo la estatuilla de unicel como peor actriz, peor actriz de reparto y peor pareja en pantalla con cualquiera que apareciera con ella (no lo dudo).
¿El razzie más justo? El reconocimiento a toda una carrera de fracasos para Uwe Boll. Todo un campeón.