Rocky Balboa

Son las leyendas quienes dan el salto a la pantalla. O al menos eso es lo que siempre ocurría, hasta la llegada de Rocky Balboa al cine. El personaje de un rudo boxeador cuya carrera está por terminar sin haber despegado jamás a pesar de su talento, caló hondo entre los cinéfilos setenteros.
Criticado por muchos expertos como un actor limitado en sus capacidades interpretativas y hasta lingüísticas, Sylvester Stallone ha logrado una simbiosis con el personaje de Rocky, más allá de lo que alguna vez imaginó, convirtiéndose los dos en símbolos de la superación mediante el trabajo y la fe, además de representar el American Way of Life con el que millones de inmigrantes y pobres norteamericanos sueñan, en sus palabras, Rocky representa un "viaje de esperanza, pero nunca es fácil". Treinta años después, su mensaje continúa calando hondo. La película se estrenó el 22 de diciembre en Estados Unidos y en la segunda semana de Enero aquí en México.

El regreso al ring
Hace 30 años era un hombre sin futuro, trabajando para un mafioso de poca monta en el lado Sur de la ciudad de Filadelfia. Repentinamente obtuvo una oportunidad de ensueño, la de retar en una pelea al entonces campeón de box Apollo Creed, era una oportunidad en un millón. A pesar de la adversidad, él no dejó de avanzar. Su coraje y perseverancia sobre el ring le dieron esperanza a millones.Ahora, la gloria que con tanto trabajo llegó se fue y Rocky Balboa, el una vez grandioso Semental italiano, gasta su tiempo contando historias a todo aquél que visite su restaurante, Adrian’s, llamado así en honor a su difunta esposa. Su hijo (interpretado por Milo Ventimiglia), no quiere pasar tiempo con él, está demasiado ocupado tratando de vivir su propia vida. El tiempo y los golpes han hecho mella en la salud del una vez indestructible Rocky, deformando sus puños, destrozando sus hombros y quitándole todo, menos sus viejas historias, sólo su corazón, el de un peleador, continúa siendo el mismo de hace años.
Mason Dixon es el actual campeón de pesos pesados, sólo distinguido por lo fácil con lo que se hizo con el título. Él jamás ha tenido que probarse a sí mismo, ni se ha encontrado con un oponente que esté a su altura, por lo que es considerado por el público como alguien que posee todas las cualidades pero nada en el corazón y no le auguran un verdadero futuro en el deporte...
Hasta que un día, una computadora prueba una batalla hipotética entre él y Rocky Balboa en su sistema. ¿Quién vencería si alguna vez se hubieran enfrentado?, ¿Los poderosos golpes y velocidad de Dixon o la pasión con la que combate Rocky, además de su resistencia al dolor? Esta situación le da una gran idea a los managers de Dixon para revitalizar su carrera y repentinamente, todo el mundo comulga con la idea de una verdadera batalla.
Rocky, acepta la pelea, a pesar de que casi dobla en edad a su oponente. Ve en el enfrentamiento contra Dixon la segunda oportunidad que él nunca creyó que volvería a tener, una en un millón de años, otra vez. Quiere probarse a si mismo y a aquellos que ama que aunque el cuerpo se deteriore, el corazón sigue fortaleciéndose y que la campana jamás detiene la verdadera pelea: La vida misma.
"La vida siempre es una pelea", dijo Stallone. "Uno espera que sea más fácil con el tiempo, pero no lo es. Se ve cómo (Rocky) sobrevive, cómo ha tratado de hacer nuevos amigos. Ahora está sin su esposa; está lleno de dolor". Así, el ring está listo para el regreso de Rocky Balboa.

Las películas:

Rocky:
Un boxeador de poca monta y al borde del retiro recibe una última oportunidad para figurar, una pelea por el campeonato ante el hasta entonces imbatible Apollo Creed. Si el entrenamiento a manos del viejo Mickey fue duro, la pelea ante Creed será peor. Tras una carniceria de 15 asaltos, donde el Semental italiano soprende a todos resistiendo y contestando los embates de Creed, la batalla termina. Rocky pierde la pelea, pero gana algo más importante, orgullo.

Rocky II:
El orgullo de Apollo está herido. La pelea ante Rocky lo dejó en mal estado físico y ahora todos se preguntan que tanta madera de campeón tiene. Ofendido por los comentarios que dudan de él, Apollo le ofrece a Rocky la revancha. Este renuente acepta. Mientras Adrian, su esposa, está en el hospital, tras complicaciones de parto, Rocky es incapaz de entrenar bien, pero una vez que su vieja se recupera, el Semental italiano está listo. La contienda de Rocky y Apollo es más cruenta que la primera batalla, pero al final, Rocky logra lo imposible, derrota a Apollo Creed.

Rocky III:
Las cosas han cambiado, el maduro Rocky Balboa domina la division de los pesos pesados a placer, hasta que aparece el salvaje Clubber Lang (Mister T). A pesar de los ruegos de Mickey, Rocky acepta el reto de Lang por una pelea por el campeonato. La pelea es una paliza para Rocky, y a eso agreguen que Mickey muere al final de la misma. Con el corazón destrozado, Balboa piensa que se acabó, hasta que Apollo, su antígüo rival, lo anima a buscar la revancha. Un nuevo Rocky Balboa, más agil y veloz, emerge de las cenizas y derrota a Clubber Lang.

Rocky IV:
El retiro está a la vuelta de la esquina para Rocky, cuando de la Unión Sovietica llega el indestructible campeón amateur Ivan Drago. Apollo comete el error de participar en una pelea de exhibición contra Drago, que lo mata (así fue la golpiza, que ni James Brown Q.E.P.D. pudo hacer algo). Ahora Rocky viajará hasta Moscú, para vengar la muerte de Apollo. Será la última y más fatídica pelea de Rocky Balboa, una donde tendra que enfrentar además de Drago, a las duras condiciones ambientales y sociales del país comunista. Tras una dura batalla, Rocky saca fuerzas desde el fondo de sí para derrotar finalmente al Ruso y además, ganarse al público. Todo el día de Navidad.

Rocky V:
Se acabó. La batalla contra Drago le dejó secuelas a Rocky que no solo le impedirán boxear, sino también vivir normalmente. Rocky pierde su fortuna y la cohesión familiar. Solo la llegada a su vida del jóven Tommy Gun lo hará cambiar de parecer. Gun le pide que lo entrene, pero pronto la sombra de Rocky le comienza a pesar tanto, que una pelea entre maestro y alumno se hace innevitable.