Hulk 600: ¿Hasta cuándo Jeph Loeb?

Hulk es un personaje que Marvel y el cine pusieron de moda en los últimos dos años. La película le dio un empujón y llegó incluso a convencer a algunos, sobre todos a quienes les dio urticaria luego de ver la versión del Goliath Gamma de Ang-Lee.
En los cómics tuvimos dos grandes sagas del personaje. Una, Planet Hulk, que funcionó bien a partir del hecho de que al personaje se le sacó del planeta y se le aplicó la formula "Gladiador". World War Hulk por otro lado llevó a la historia clásica de personaje: Hulk enfrentando y aplastando a todo el mundo.
Fueron más o menos un par de años en que el personaje fue cimentado a base de historias regulares o buenas, como para pensar que en un futuro finalmente Hulk tendría un escritor tipo Brubaker, Ellis, Fraction o Whedon. Pero no.
En vez de aprovechar la base, al personaje ya armadito, Quesada trajo a su amigote, a ese carnicero (con perdón para quienes se dedican a eso) de personajes de ficción llamado Jeph Loeb.
Para quienes se preguntan como diablos es que un tipo tan malo vende tanto, hay que observar los elementos que tiene "para vender": Personaje hot y expuesto en cine, campaña publicitaria arrolladora y hypeada por cortesía de la editorial, adoradores y los que somos sus detractores y un dibujante que encanta a los que gustan del cómic clásico como a los lolimanganimes. Con esa formula hasta Juan Osorio, no, hasta Fernando Sariñana sería el escritor de cómics más vendido, digo, faltaba más.
Loeb sin embargo, con todo a favor, todo, no ha logrado llevar al personaje a ningún lado. Nos trajo a su fanboyero Hulk Rojo (por el que Quesada dio entrevistas en todos lados tras un largo silencio por OMD), uso a los personajes que quizo y aparte mal, creo argumentos absurdos con la intención de que se lucieran McGuiness (el dibujante), cuyas páginas tipo poster han hecho la delicia para quienes no tienen interés en leer lo que dicen los globitos.
Con ese camino errático, lleno de críticas y habiendo dinamitado una franquicia que tomó años sacar de la barranca, Hulk llega al número 600, lo que por cierto es otra irregularidad pues no era esa la numeración que Loebcito estaba utilizando, sabrá dios a que pezuña se le ocurrió eso.
La portada variante es cortesía de Tim Sale, otro dibujante a quien Loeb se le ha montado para contar historias que en su momento fueron buenas (Long Halloween, Superman For All Seasons y Hulk Gray entre otras) pero que ahora palidecen ante las diarreas literarias con las que Jepheto adorna cuanto cómic cae en su mano de anti-rey midas, pues este todo lo que toca lo hace caca-
huate.
Por cierto, este número ya tiene confirmadas otro par de portadas, una de Ed McGuiness y otra de Alex Ross. Seguro habrá reimpresión y se comentará como diablos es que Quesada sigue confiando en esa pandilla de mercenarios amiguetes suyos a los que les da los cómics más vendidos de Marvel.
La promoción del 600 reza así:

"¿Quién es el Hulk Rojo?

¡El asombroso Spider-Man tratará de descubrirlo!

¡Hulk gris!, ¡Hulk rojo!, ¡Spidey!, ¡Secretos revelados!

!Una historia tan grandiosa que apenas puede entrar en el increíble número 600 de Hulk. Y esto, además de un impactante final sorpresa que quedará encima de todos los finales sorprendentes anteriores de Hulk!"

Allí está la carnada usual en los últimos números de Hulk: Que la identidad descubierta, que allí viene Spider-Man, que un finalazo, guara-guara. ¿Hasta cuando los cómics tendrán que padecer a Jeph Loeb? Ojalá pronto se de cuenta que lo suyo es escribir para la tele (mal también claro, pero que lo aguanten allá haciendo guiones para... Uggly Betty, o lo que sea).